Científicos japoneses ensayan un prometedor medicamento que aspira a hacer crecer dientes nuevos en humanos en 2030
Los primeros beneficiados de este tratamiento lo recibirán por vía intravenosa en septiembre de este mismo año
Madrid
Aunque los huesos humanos, compuestos de calcio, minerales y colágeno, son muy resistentes, en ocasiones pueden llegar a romperse. Pero guardan un as en la manga: pueden volver a crecer. Esto no pasa con los dientes porque, aunque están formados por la misma materia y gracias al esmalte son el material más duro del cuerpo humano, no tienen la capacidad crucial de curarse y regenerarse. Al menos hasta ahora.
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Un grupo de científicos japoneses está haciendo progresos con un prometedor medicamento experimental que puede hacer que vuelvan a crecer los dientes y tienen previsto que los ensayos en humanos comiencen en septiembre. El jefe de odontología del instituto de investigación médica del Hospital Kitano de Osaka, Katsu Takahashi, ha explicado su avance en The Mainichi: "Queremos hacer algo para ayudar a quienes sufren pérdida o ausencia de dientes. Aunque hasta ahora no ha habido ningún tratamiento que proporcione una cura permanente, creemos que las expectativas sobre el crecimiento de los dientes son altas".
Después de años estudiando un anticuerpo llamado USAG-1, se ha demostrado que inhibe el crecimiento de los dientes en hurones y ratones. En 2021, científicos de la Universidad de Kioto descubrieron un anticuerpo monoclonal, una técnica que suele usarse para combatir el cáncer, que interrumpía la interacción entre USAG-1 y moléculas como la proteína morfogenética ósea.
Similitudes entre humanos y hurones
"Sabíamos que la supresión del anticuerpo USAG-1 favorece el crecimiento de los dientes, pero no si sería suficiente", asegura el doctor Takahashi, coautor del estudio de la Universidad de Kioto. "Los hurones son animales difiodontos (con dientes de leche y permanentes) con patrones dentales similares a los humanos".
Gracias a ese hallazgo, los investigadores comprobarán cómo de similares son esos patrones en las pruebas que se realizarán en septiembre. El estudio, de 11 meses de duración, se centrará en una treintena de varones de entre 30 y 64 años, a los que les falta al menos un diente. El medicamento, del que no constan efectos secundarios en animales, se les administrará por vía intravenosa.
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Si sale según lo previsto, el hospital tratará a pacientes de entre 2 y 7 años a quienes les falten al menos cuatro dientes. El objetivo final es que el medicamento esté disponible dentro de seis años y, aunque esté pensado para personas con deficiencia dental congénita, el doctor Takahashi aspira a que el tratamiento sirva para cualquiera que haya perdido un diente.