Para qué votar
Hay que votar porque, si no, pueden decidir los que van en contra de lo que uno piensa y quiere
El análisis de Xavier Vidal-Folch | Para qué votar
Madrid
Este domingo se vota. Son las elecciones europeas. ¿Para qué hay que ir a votar? Hay que votar primero porque sí, porque es bello decidir por uno mismo, aunque sea en proporción mínima. Hay que votar porque, si no, pueden decidir los que van en contra de lo que uno piensa y quiere. Hay que ir a la urna porque del conjunto de la Europa que formamos casi 500 millones de ciudadanos depende la mayoría de nuestras leyes nacionales, autonómicas y locales bajo las que se desarrolla nuestra vida cotidiana.
Hay que votar, porque como decía el presidente Kennedy, es más noble contestar bien a la pregunta de qué hacemos nosotros por los demás, que a la de qué hacen los demás por nosotros.
Hay que ir a votar para decidir sobre el aire moral que respiramos, que es Europa. Sobre el pasaporte que llevamos, que es común a los de tantos ciudadanos de 27 países distritos. Sobre la moneda que utilizamos, el euro, y cómo mejora y se fortifica. Sobre cómo estudiarán nuestros hijos y nietos, y cómo tantos otros podrán aprovecharse o no del programa Erasmus.
Sobre si queremos seguir abiertos a los inmigrantes, y acogerlos bien, porque son seres humanos como nosotros, y porque son muy necesarios, ya que los autóctonos no cubrimos millones de vacantes de empleo. Sobre si queremos seguir limpiando el clima, avanzando hacia las energías neutras, para mejorar la salud, para que haya peces que pescar y vacas que pasten, libres, y pescadores y agricultores que no se asfixien sin agua ni aire, por culpa del cambio climático.
Sobre si todos arrimamos el hombro para invertir más en empresas y proyectos de futuro, pues la unión hace la fuerza. Sobre si queremos competir con los americanos y los chinos en sabiduría tecnológica, la base del progreso. Sobre si hay que combatir la desigualdad todavía imperante o pretendemos aumentar el grado de igualdad y el estado del bienestar ya existentes. Sobre si apoyamos a la resistencia de los países invadidos, o nos importa un pimiento la suerte de nuestros vecinos, y sus pequeños bajo las bombas.
Es un lujo votar por todo esto.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...