Los días y la felicidad

Barcelona

Ustedes pensarán que lo que hacemos en este programa no es trabajo. Y, aunque nos divertimos bastante, sí lo es. Incluso un servidor trabaja, de alguna forma. Les aseguro que hay ocupaciones aún más placenteras que la nuestra. Al menos en teoría. Alguien tiene que dedicarse, por ejemplo, a probar colchones. En serio, ese empleo existe. Hablamos de personas que duermen durante la jornada laboral y luego hacen un informe detallado acerca de cómo les ha sentado la siesta. También hay probadores de juguetes para adultos. Evitaré ser explícito, porque estamos en horario infantil. Digamos que hay profesionales del onanismo, hombres y mujeres. Leí una entrevista con una de esas personas. Decía que sólo practicaba la autosatisfacción si había de por medio una factura, con IVA. O sea, es gente que hace el amor consigo misma por dinero. No me digan que no es raro. Pero los empleos más entretenidos están en la ONU. Me refiero, para empezar, a las personas que deciden en comité lo que se celebra cada día. Hoy, 8 de junio, es el día mundial de los océanos. Y el día internacional de los tumores cerebrales, aunque eso no lo decidió el comité de la ONU, sino la Asociación de Tumores Cerebrales de Alemania. Doy por hecho que los miembros de esa organización no son tumores, sino personas. Ya puestos, les comunico que hoy también se celebran el día de la ginebra y el día de tejer en público. Mañana es el día del pato Donald. Estábamos con la ONU y me he perdido un poco. Otro comité de Naciones Unidas, designado por algo llamado Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, se encarga de establecer la clasificación de los países más felices. Cada año se hace un sondeo y luego, según datos económicos y demográficos, se confecciona la tabla. El último sondeo en Israel se realizó en octubre pasado, justo después de los horrores de Hamás y mientras el ejército israelí cometía sus propios horrores en Gaza. Resulta que Israel quedó en el quinto puesto mundial. Según la ONU, Israel es uno de los países más felices del mundo. Yo quiero trabajar en ese comité de la ONU. Y tomar lo que ellos toman. Me llamo Enric González. Les deseo un día feliz. Pero no israelí: feliz de verdad.