"Debemos comprometernos": Luis García Montero y su clara reflexión tras los resultados en las elecciones europeas

Madrid

Después de las elecciones hay que analizar datos, interpretar coyunturas, medir estrategias. Pero lo que resulta necesario es tomar conciencia de los valores estables que definen la personalidad de cada uno. En 1930, el filósofo Ortega y Gasset se reunió en Madrid con sus alumnos para meditar sobre el futuro de la Universidad.

Ortega confesó que, en una atmósfera marcada por la chabacanería, trabajaba con entusiasmo, pero sin fe. Dudar sobre el futuro, no podía confundirse con dejar de defender con ánimo los valores en los que creía. Algo parecido afirmó Ángel González al escribir, en medio del franquismo más duro, un libro titulado Sin esperanza, con convencimiento.

De las prisas electorales conviene pasar con inteligencia a la vida diaria. Los demócratas en España y Europa debemos comprometernos con el análisis de la realidad que tenemos, pero sin olvidar el compromiso con nuestros valores, que es el compromiso con el día a día.

Las ideas son firmes cuando se levantan, salen a la calle, van en coche a la oficina y cumplen con el horario de trabajo. Merece la pena defender la convivencia, sentir el futuro de nuestros hijos como una parte de nuestro presente… Y alejarnos de la chabacanería. El convencimiento diario es la mejor manera de sostener la esperanza.