"Una matanza": más de 5.000 muertos en cayucos y pateras en los primeros cinco meses de 2024 en la frontera sur española
El Colectivo Caminando Fronteras afirma las cifras que ha recopilado no tienen precedentes, 33 muertos al día, ante "una gran falta de medios de búsqueda y rescate". La ruta Atlántica hacia Canarias con 4.808 fallecidos, según esta asociación, sigue siendo la más mortífera de las que conducen a España y también la que más fallecidos suma en el mundo
Cifra sin precedentes: al menos 5.000 migrantes han muerto en la 'Ruta Canaria'
Madrid
Más de 23.000 personas han llegado a España en pateras y cayucos en lo que va de año, una cifra sin precedentes particularmente en lo que se refiere a la ruta hacia Canarias, que supera las 18.000. Sin embargo, hasta finales de mayo, 154 mujeres, 50 niñas y niños, y otros 4.850 hombres y jóvenes no pudieron lograrlo porque juntos suman las 5054 víctimas mortales que se han cobrado las rutas marítimas irregulares en la frontera sur española, según el Observatorio de Derechos Humanos del Colectivo Caminando Fronteras. 47 embarcaciones "han desaparecido con todas las personas a bordo", alertan.
Durante los primeros cinco meses de este 2024, las cifras recogidas por la asociación que recibe llamadas de alerta de familiares o de los propios náufragos desde las pateras en dificultades, no tienen ningún guarismo parecido en los más de 20 años que llevan monitoreando las violaciones de derechos humanos en la frontera sur española, ni tampoco existe otro registro igual en los más 30 años de llegadas de pateras a las costas españolas. Según Helena Maleno, portavoz de Caminando Fronteras, son las consecuencias de "los acuerdos bilaterales de España con otros países fronterizos que ponen el foco en evitar las salidas, pero no en protocolos para garantizar el derecho a la vida de las personas en el mar. En este periodo evidenciamos una gran falta de medios de búsqueda y rescate cuando se alerta de embarcaciones desaparecidas y esto ha sido clave en el aumento de víctimas en estos 5 meses", denuncia Maleno, que pone ejemplos como el de una embarcación con cadáveres momificados hallados en las costas del Caribe hace poco más de un mes, o el último naufragio documentado, en los que a pesar de alertar de esas barcas desaparecidas según ella no se busca con los medios suficientes" no podemos dejar morir a la gente en el mar en nombre del control migratorio" sentencia.
La ruta más mortífera
"La ruta atlántica sigue siendo la más mortífera. El año pasado era sobre todo por los conflictos políticos y sociales desde Senegal muchas personas huían desde ese país pero en este inicio de año es sobre todo desde Mauritania con personas procedentes en su mayoría del Sahel. Es una ruta migratoria muy peligrosa a la que afecta esas políticas de disuasión" explica la portavoz de Caminando Fronteras. Señala que incluso en los peores meses del invierno la ruta hacia Canarias ha seguido activa" porque las personas que montan en esos cayucos huyen de conflictos bélicos, de los impactos del extractivismo y del cambio climático y por eso están corriendo tantos riesgos. Por ello, hay una responsabilidad en la activación de medios de búsqueda y rescate por parte de los Estados porque nadie debería morir cruzando fronteras. Hay que reforzar en esa zona los medios de proyección del derecho a la vida en el mar y esto no está pasando, al contrario, se está dejando de hacer búsquedas y se está dejando a las personas a su suerte sin proteger sus vidas" denuncia la activista pro derechos humanos, perseguida por su labor tanto en Marruecos como en España.
Después de Canarias, la ruta Argelina hacia Almería o la Comunidad Valenciana suma 246 víctimas mortales y en El Estrecho desde el norte de Marruecos, 24 personas murieron en los primeros 5 meses del año intentando entrar a nado a Ceuta y otras 47 en la ruta del Mar de Alborán, según los datos que recopila a diario esta asociación. Hablar "mucho de las llegadas" alimenta "el discurso racista y el despliegue de la extrema derecha".
La organización ha constatado un "un descenso importante en las salidas desde Senegal y Gambia" y advierte no obstante que cuando "se habla mucho de las llegadas, con ello se alimenta el discurso racista en Europa, que asiste a ese despliegue de la extrema derecha, pero los Estados no están contabilizando las víctimas ni analizando quiénes son los responsables, ni están interesados en poner medios para evitar estas muertes. Sin embargo, durante estos meses nuestra organización ha visto como en Mauritania o Mali si hay alcaldes o diputados que se están movilizando para encontrar a las víctimas y dar información a sus familiares, mostrando listas buscadas por sus familias. Estas 5.000 víctimas, que han sido una matanza está teniendo un impacto en sus sociedades de origen", sentencia Maleno.