"Tiene tantas cosas defectuosas que es imposible de catalogar": un soltero de 'First Dates' no se corta a la hora de hablar de su cita

Luis ha visitado recientemente el restaurante de First Dates con el objetivo de encontrar el amor. Nada más entrar por la puerta, el protagonista de esta historia ha hecho gala de su buen humor tratando de hacerle una entrevista a Carlos Sobera para un programa de la radio que él mismo gestiona. Y es que, a pesar de que a día de hoy sea pensionista, Luis es un gran aficionado al mundo de la radio: "Vivo por la radio y moriré por ella". De ahí que esta primera parte de la cita haya girado en torno a esta gran afición por la que vive en su día a día.

Tras demostrar sus dotes con el micrófono, y su soltura frente a las cámaras de televisión, Carlos Sobera le ha preguntado a su invitado acerca del tipo de mujer que venía buscando al programa. Después de reconocer que nunca encuentra a la adecuada, Luis ha pedido una mujer divertida, a la que le guste salir y pasárselo bien. Unas condiciones que han llevado al presentador de televisión a volver nuevamente hasta el recibidor del restaurante para dar la bienvenida a Toñi. Nada más entrar por la puerta, y después de casi caerse a la hora de saludar al presentador de televisión, la mujer de Badalona reconocía frente a las cámaras que tenía una fascitis plantar que le impedía moverse como le gustaría: "Lo llevo fatal, no puedo apoyar el talón. Antes hacía salsa, pilates y varias cosas en el gimnasio que ahora no puedo".

La historia de Toñi

Una situación que llamaba la atención de Luis, quien no daba crédito ante la pareja que le habían asignado: "Madre mía, pero qué me han traído aquí... más que nada porque he visto que no podía ni andar". No obstante, ambos se sentaban en la mesa para cenar y, sobre todo, conocerse mejor. Mientras que la primera impresión de Luis no fue para nada buena, principalmente porque su cita no podía andar del todo bien, Toñi reconocía que no le había disgustado lo que había visto: "Me gustan más con pelo, pero calvos tampoco me disgustan". Tras sentarse a la mesa, la protagonista de la historia le explicaba a Carlos Sobera que no podía leer la carta porque no ve demasiado bien de cerca. De ahí que Luis sacara sus gafas para que pudiera leerle el menú para que escogiera lo que quisiese.

Después de pedir sus respectivos platos, ambos comenzaban a conocerse. Mientras que Luis le contaba que tenía su propia radio, Toñi le explicaba que era pensionista por una serie de sucesos que le impedían trabajar con normalidad: "Tuve un accidente de trafico y posteriormente una caída con la que deje de trabajar. Estaba más de baja que trabajando, así que me acabaron dando la pensión". A medida que iba avanzando la cita, Luis tenía cada vez más claro que Toñi no era para ella.

Luis no quiere una segunda cita

Bajo su punto de vista, la catalana se había dejado demasiado y parecía una persona considerablemente más mayor de lo que realmente era: "Yo creo que la última vez que esta mujer fue de compras todavía Lola Flores estaba en vida". Por si esto fuera poco, su plan de vida tampoco terminaba de seducirle, ya que hacía prácticamente todos los días lo mismo: "Tengo una vida cotidiana de sacar al perro e ir al gimnasio, aunque vaya solo a nadar". A esto hay que sumarle que no le gustaba nada salir de fiesta ni tan siquiera salir a cenar por ahí. Algo que no terminaba de casar con las pretensiones de Luis, quien no veía ningún tipo de futuro en esta relación.

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Más aún después de que esta comenzara a hablar sobre el sexo y cómo había perdido todo el interés en el mismo: "Desde hace dos años y medio ni sexo ni nada. Ahora estoy sin nada. Además se me está retirando la regla y tengo sequedad vaginal". Algo que llevaba al soltero a reconocer que no estaba dando crédito a la mujer con la que le habían emparejado: "Yo creo que es imposible de catalogar. Tiene tantas cosas defectuosas que es imposible de catalogar". No obstante, y dado que notaba que le faltaba mucho cariño, este trató de ser lo más respetuoso con ella a lo largo de la cita. Tanto es así que Toñi acabó abalanzándose sobre el mismo para besarle en el fotomatón. No obstante, ambos tenían pensamientos muy distintos acerca del futuro de la relación. Mientras que Toñi quería seguir conociendo a Luis, este prefería quedar solo como amigos. Por lo tanto, ambos acabaron volviendo a casa igual de solteros que salieron de la misma.