Eneko Sagardoy: "El auge de la extrema derecha es culpa de las élites, no de la clase obrera"
El actor protagoniza 'Lucha y metamorfosis de una mujer', adaptación de la novela de Édouard Louis. La historia de su infancia en un barrio de clase obrera, en un entorno de violencia familiar y social, con una madre maltratada y maltratadora y un padre violento, borracho y ausente
A Eneko Sagardoy (Durango, 30 años) le hemos visto esta temporada en Tan solo el fin del mundo, esa adaptación de la obra de Jean-Luc Lagarce, que nos contaba el regreso a casa del hijo pródigo, una obra sobre la familia, sobre los monstruos en la familia. Ahora interpreta a otro hijo en Lucha y metamorfosis de una mujer, de Édouard Louis. Aunque la obra podría haberse titulado "Lucha de un hijo para no convertirse en un hijo". Dos personajes, el de Lagarce y el de Louis, que tienen mucho en común, atormentados por una infancia violenta, su sexualidad y la relación con la familia y el entorno social. A los dos hijos se les cruzan numerosas violencias: la machista, la homófoba o la violencia de clase. Los dos son ejecutores también de alguna de estas violencias. "Para mí es un placer interpretarlos, aunque ha veces me ha costado discernir un poco los dos textos y mundos", confesaba bromeando el actor en La Hora Extra.
Lucha y metamorfosis de una mujer es una novela de Édouard Louis, dirigida por Fernando Bernués y con Eva Trancón interpretando a la madre. Es la historia de su infancia y adolescencia, en un ambiente de miseria y de tensión, víctima de la homofobia, el acoso escolar y de una madre desequilibrada y un padre ausente, borracho, violento e infiel. "Estamos hablando de los 90, de una ciudad de las afueras de París, donde parece no caber la la esperanza ni para la madre de él, ni para él, ni para sus hermanos ni para su padre, que parecen estar destinados a la pobreza y a la violencia. La realidad es muy compleja y aquí nos acercamos a un chaval que también es violento y ejerce la violencia contra su madre", dice Sagardoy. Un hombre frente a su madre, por muy hijo que sea, no deja de ser un hombre frente a una mujer. "Somos hombres, nos hemos criado en un sistema heteropatriarcal machista y, por lo tanto, desarrollamos conductas machistas, tenemos que estar alerta para identificarlas", añade.
Se puede escapar de muchas situaciones, como hace la madre cuando huye a París, pero difícilmente escapa uno a la clase. La madre nació en los suburbios de una gran ciudad, al norte de Francia. Su madre no trabajaba. Su padre era obrero en una fábrica. El padre murió cuando ella tenía diez años. Y la de ella es una lucha por la libertad, por sus sueños. Pero ¿cómo están delimitados esos cambios y esos sueños por la violencia de clase u hoy por el auge de la extrema derecha en los barrios obreros? "Nos pueden vender lo que quieran, pero es muy difícil salir de esos entornos. La violencia es aplastante y el tiempo que tenemos de vida es definido. no da tiempo a superar esa violencia. Creo además que flaco favor hace este discurso de si te lo estudias, lo sacarás; si te lo trabajas, te irás. Es mentira, es imposible. Si no el sistema en el que vivimos no se sostendría. Él mismo dice que pese a que su madre también huye del pueblo, el huir del pueblo, salir de la casa, separarte del marido, tampoco supone un directo cambio de clase. De ninguna manera, ni de condiciones económicas o sociales ni culturales".
Eva Trancón interpreta a la madre, prácticamente toda la obra sentada sobre una silla. Una figura muy presente y ausente a la vez, como un fantasma que evoca el protagonista de la historia. "Es como si entraras en la conciencia del de Édouard Louis, donde su madre tiene tantísima presencia. Ves a una actriz también transitar por emociones y por estados muy, muy distintos con ese primer plano que aparece en dos pantallas a los lados del escenario. Quiero pensar que el público verá esa en imagen, a veces como una ensoñación, a veces como una pesadilla, a sus propias madres o mujeres que han sido importantes en su propia vida. En ese sentido, el trabajo que hace Eva Trancón es impresionante, porque salta de un año a otro, de estados anímicos muy extremos", explica Sagardoy.
Con el actor hemos hablado también de la serie sobre gladiadores que ha rodado bajo las órdenes de Roland Emmerich, junto a Anthony Hopkins, que estrena Amazon Prime este verano. De Karmele, una adaptación cinematográfica del libro La hora de despertarnos juntos, de Kirmen Uribe, y del corto con el que ha debutado como director, La noche eterna. "Hay películas horribles en las que participas, hay obras de teatro horribles en las que participas por necesidad o por equis motivos, pero el teatro, desde luego, lo que me da es una adrenalina muy grande. La opción también de experimentar, de ensayar, de fallar, de ir más allá y sentir el poder de llegar a la gente, de mirar a los ojos, de sentir su respiración de alguna manera y poder modular lo que haces cada día, siempre igual, pero siempre diferente", concluye.