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Ciencia y tecnología

Accidentes de tráfico, pero en el espacio: la policía de los planetas que evita choques entre satélites

El Centro Español de Vigilancia Espacial hace maniobras para salvar colisiones al menos 2 o 3 veces por semana

Accidentes de tráfico, pero en el espacio: la policía entre planetas que evita choques entre satélites

“Si hay una colisión, el satélite dejará de funcionar. Pero también implica la generación de fragmentos que pueden provocar otras colisiones y desatar una cadena”, explica Benjamín Bastida Virgili, ingeniero de Sistemas de Basura Espacial de la Agencia Espacial Europea. Salvando las distancias con la película Gravity, donde los protagonistas quedan a la deriva en el espacio por el choque que sufre su transbordador por culpa de una masa de desechos, los accidentes también se producen más allá de la atmósfera.

"Entre 2 o 3 veces por semana, necesitamos que alguno de nuestros satélites efectúe una maniobra de evitación de la colisión”. Lo cuenta Cristina Pérez Hernández, está al frente del Centro Español de Vigilancia Espacial. Participa en un proyecto europeo, EUSST, que protege a 500 satélites de 60 usuarios internacionales. Según los últimos datos oficiales de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio, en enero de este año había un total de 7.560 satélites orbitando la Tierra, casi el cuádruple en 5 años. Solo en 2023, se lanzaron más de 2.000. La reducción de costes y la mejora del acceso a las tecnologías espaciales impulsan el lanzamiento de estos aparatos. Y no solo por parte de los Estados, son cada vez más las empresas privadas que invierten en este tipo de operaciones. El Foro Económico Mundial cifra en 1,8 billones de dólares el peso de la economía espacial mundial en 2035, frente a los 630 millones registrados en 2023.

Gestión del tráfico espacial, producto de acuerdos

Cristina Pérez Hernández asegura que detectan una posible colisión entre una semana y 15 días de antelación gracias a la información que reciben de sensores terrestres, como radares y telescopios. En ese tiempo, calculan dónde estarán los aparatos en unos días y si puede existir algún riesgo de colisión. En ese caso, avisan a los usuarios de los satélites para que decidan si cambian su trayectoria.

Que haya más satélites tiene ventajas, como la mejora en las telecomunicaciones, aunque también es motivo de preocupación a la hora de gestionar el tráfico y la basura espacial que generan. Desde un búnker de la Base Aérea de Torrejón (Madrid), Pérez Hernández indica que “la cantidad de maniobras para evitar colisiones entre satélites apremia la aprobación de normativas internacionales para regular el tráfico espacial”.

El motivo es que la gestión de las maniobras para salvar una colisión entre dos satélites depende de los acuerdos entre los operadores para negociar cuál de los dos modifica su trayectoria: “No sabemos si tiene prioridad un satélite meteorológico o uno de observación de la Tierra con propósitos para determinar gases metano". Por tanto, asegura, los movimientos "salen de la buena voluntad y de la cooperación entre las partes involucradas en un posible choque". Justo antes de los comicios europeos, la Comisión anunció que ya trabajaba en la primera ley del espacio de la UE.

Misiones para la recogida de basura espacial

Hay unos 35.000 objetos de más de 10cm de diámetro y más de un millón de tamaños inferiores, según Benjamín Bastida. El ingeniero de la ESA señala que son desechos espaciales. Pueden ser desde pequeñas partículas hasta pedazos de satélites y cohetes más grandes que se quedan alrededor de la Tierra.

La Agencia Espacial Europea trabaja junto con Suiza en una de las primeras misiones de recogida de basura espacial del mundo: "Japón y otras compañías también preparan una iniciativa similar. Para 2027, estimamos que habrá al menos 3 misiones de recogida de desechos espaciales”.