Con canas y arrugas: la industria de la moda pide modelos "silver"
Tienen más de 50 años y rompen estereotipos. Las marcas demandan estos perfiles por razones inclusivas y económicas. Su generación es la que tiene el poder de compra y la industria que antes pedía juventud ahora quiere experiencia y edad
Con canas y arrugas: la industria de la moda pide modelos "silver"
Madrid
La inclusión llega también a la moda. La estrategia ahora es llevar a la pasarela y a la publicidad a gente que uno se puede encontrar por la calle. Alejandro Escohotado, ingeniero de profesión, decidió llevar el emprendimiento a la moda y en 2017 fundó Six Management, una agencia inclusiva que ahora es referente en la profesión. Visitamos su sede central en Madrid entre la puerta del Sol y el Palacio Real. Y entre luces y focos nos cuenta sus comienzos y el éxito de un proyecto empresarial que supo ver el reclamo y el nicho de negocio de los mayores de 50.
Lo primero que le llamó la atención es la falta de renovación en el sector y arriesgó para hacer algo diferente. "Empecé a aceptar modelos de 1,60 de altura, modelos más mayores de los que reclama la industria, con la buena fortuna de que empezó a funcionar. Realmente ví la oportunidad porque entendí que el mercado estaba maduro.
Las marcas empezaban a pedir gente normal que se pudieran encontrar por la calle. Pedían modelos que no parecieran modelos. Yo busco proporcionalidad, armonía, belleza, pero no la de las guapas operadas que se parecen y que acaban siendo clones. La modelo de más edad que ha pasado por su agencia tenía 74 años y ahora tiene en cartera a la modelo navarra de 54 años, Guiomar Alfaro de Pablos, una de las más cotizadas a nivel nacional e internacional.
La vuelta a la pasarela con 50 años
Es una de las "top model” que sabe bien lo que es la pasarela. Profesora de inglés, de joven trabajó en el mundo de la moda, lo dejó tras la maternidad y nunca esperó volver con 50 años y además por la puerta grande y reivindicando con fuerza con un discurso propio. "Reivindico la naturalidad", cuenta Guiomar, que habla abiertamente de la menopausia y se atrevió a ir a platós de televisión sin maquillar.
Ella, que sufre de metatarsalgia, revindica que la industria las baje de los tacones. "Que no nos hagan sufrir tantísimo, que entiendan que las modelos somos personas, que nos cansamos, que se puede desfilar descalza, con unas manoletinas, o unas alpargatas", nos explica Alfaro, convertida en icono de la moda a sus 54 años.
De guía en Etiopía a modelo "silver"
Se reinventó a los 50. Era guía turístico en África, pero la pandemia le complicó el trabajo y decidió meterse en el mundo de la moda convirtiéndose en unos de los modelos más reclamados por la industria que posa con sus canas que no piensa teñirse. Anuncia ropa, coches, pero en alguna ocasión para el mercado latino le pidieron que anunciara compresas masculinas para la incontinencia y no le supuso ningún problema.
"En Colombia no tenían modelos que quisieran hacer ese rol y a mí no me importó hacerlo. Eso forma parte de hacerse mayor y si eso ayuda a los que lo necesiten, encantado de poder anunciarlo. No lo encuentro degradante. Al contrario, es una cosa natural, cómo si anuncias un medicamento, que también lo hecho", explica Sergi Puig, que respecto al futuro confía en que continúe esta tendencia de incorporar perfiles mayores a la sociedad. "Ahora en todas las pasarelas se suelen incorporar seis o siete modelos mayores de 50. Esto que a nivel femenino ya está implantado, en el caso de los hombres en España, va con más retraso, por detrás de las modas de Milán o París, pero en breve también va a llegar a nuestro país", sentencia Puig.
De empresario a modelo
Elías Roales. 58 años. Toda la vida dedicada a la industria de la moda, y viendo en primera persona, como empresario, que las marcas demandaban perfiles de edad, decidió meterse a modelo. "Hay demanda de modelos maduros. Después de mucha pelea, el mercado lo ha visto. Hay que llamar la atención del que compra con sus iguales. "Si la foto está más cerca de tu patrón físico, te identificas más y fomenta el consumo, teniendo en cuenta que además es la franja de edad con mayor poder adquisitivo", explica el empresario y modelo. Y además, él ha visto las barbaridades que se han hecho para trabajar en el mundo de la moda.
"He visto modelos de 1,80 de estatura con una talla 34, con sesiones tremendas de hasta 12 horas sin comer. Por tanto, hay que celebrar la inclusión del aumento de tallas y de edad. Y acuña un nuevo término para la gente, "silver" o "plateada. "Antes eran cincuentones y ahora son cincuentañeros. Gente madura, con experiencia, que se cuida, que hace deporte, y que todavía tiene mucha pasarela por recorrer".
La industria del casting
Lourdes Iglesias es la dueña y directora de la Agencia de modelos Rassims, una empresa que realiza castings por toda España en busca de modelos con distintos perfiles, entre los que se incluyen también mujeres mayores con tallas grandes, no habituales en pasarela y que hasta ahora eran invisibles para las marcas. La idea de este certamen, Royal Spain Sénior, es hacer un casting para elegir, formar y ofrecer a las marcas modelos de todo tipo. "Es una agencia inclusiva en edades, en tallas, en género, en razas y tenemos hasta modelos de 1,50, muy solicitadas para la industria del calzado".
En su análisis y tras muchos años en el mundo de la moda, tiene claro que hay una franja de edad muy descuidada que se tiene que mimar. "El poder adquisitivo medio está entre las personas de 45 a 65 años, porque compran para ellos mismos y sus familiares. Entonces, si compran para todos los que hay en casa, habrá que mimar un poco esta edad, que es la que está moviendo el dinero. Antes veías a una jovencita anunciando una crema para las arrugas.
Ahora afortunadamente eso está cambiando y las marcas han empezado a entender que para vender un producto hay que poner gente de la misma edad del consumidor. "Aún queda mucho por hacer, pero el mercado ya está concienciado de que la gente mayor también está sumando en esta industria", señala la empresaria, que reivindica que las mujeres de la calle tengan hueco en publicidad y pasarela.