Assange, en libertad
Joaquín Estefanía reflexiona sobre la puesta en libertad del fundador de Wikileaks
Punto y 25 | Assange, en libertad
Madrid
Julian Assange, fundador de Wikileaks, ya está en libertad después de una larga pesadilla exilado y encerrado en diversas mazmorras de máxima seguridad. Como todo, no es perfecto. A cambio de esa libertad, el imputado por violar la ley de espionaje de Estados Unidos se declara culpable y evita que su caso se convierta en precedente. Assange sostuvo miles de documentos militares y diplomáticos que él entendió de interés público y se creyó protegido por la Primera Enmienda de la Constitución americana. Su caso es especialmente peligroso, puesto que puede ser aplicado a cualquiera, grande o pequeño, que publique historias filtradas a periodistas, editores o fuentes de información en cualquier parte del mundo. Assange no ha sido un hacker. No accedió ilegalmente a ningún sistema y dio a conocer documentos que han permitido saber de asuntos que se consideraban secretos y que afectaban a las libertades ciudadanas. No cobró por ello. Ahora giremos la atención hacia otro caso. El consultor americano Edward Snowden, exiliado en Rusia, el único país que le concedió asilo. Las noticias sacadas de sus datos mostraron cómo la CIA espiaba a millones de ciudadanos de todo el mundo de manera masiva e ilegal. Piensen en la incomodidad de Snowden, que se ha manifestado en contra de la invasión de Ucrania. Inconvenientes de husmear bajo las alfombras del poder.
Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS'...