Manuel Jabois, sobre Assange: "Se asomó tanto a la vida, que lo mandaron a él a asomarse al infierno"

Madrid

"Son muchísimos años de infierno para Assange y de expectación mediática desde aquel encierro en la embajada de Ecuador en Londres y luego ya con las peticiones de extradición, etc. Supongo que él estará ahora viviendo todo esto con un profundo alivio y con la resignación de esa culpa pública del único cargo que le ha caído sobre la espalda. Creo que compensa, se ha convertido en el ejemplo vivo y afortunadamente libre, aunque maltrecho, del precio que se paga por meter los dedos en las informaciones secretas de las muy transparentes democracias occidentales. Es posible que hubiese tanta mierda y fuese tan difícil de asumir incluso por el periodismo, que en la memoria a mí se me terminaron quedando algunas frivolidades para la historia, por ejemplo, aquellos espías estadounidenses mandándose cables secretos sobre lo sedoso y brillante que tenía el pelo José María Aznar y uno le pedía a otro que le preguntase qué champú usaba. Luego es verdad que se referían a él como un extremista peligroso, pero en esos detalles de Wikileaks, el pelo de Aznar, el botox que se ponía Gadafi, transcurría tan limpia la vida que daba bastante miedo asomarse un poco más. Assange, desde luego, se había asomado bastante más y lo mandaron a él a asomarse durante muchísimos años al infierno".