Entre Europa y América
"Los demócratas deberían considerar la oportunidad de cambiar de caballo, incluso aunque la carrera esté ya comenzada"
Entre Europa y América
Madrid
La ultraderecha pisaba fuerte. En Europa. Pero ya va con menos velocidad, a medida que pasan los días, se discute de las cosas y no de las fantasías, se negocian nombramientos y se esbozan ideas y programas. Lo que teóricamente había de ser un vía crucis se ha convertido en un bálsamo. A la primera reunión con carácter decisivo, los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 ha decidido con mucha fluidez sobre los cargos que ya estaban previstos.
Ha quedado fuera de foco la ultraderechista italiana Georgia Meloni. La estrella de la protesta ha sido de momento estrella fugaz. Pero enredará, pugnará, intentará colarse en el sanctasantroum del poder. Por eso se ha abstenido al votar a la presidenta de la Comisión, y lo ha hecho en contra del nuevo presidente del Consejo Europeo y de la nueva Alta Representante para la Política Exterior, la sucesora de Josep Borrell. Para marcar problema y obtener alguna pedrea a cambio.
Todo ha sido al fin y al cabo bastante convencional, lo que no significa que el futuro inmediato sea un camino de rosas, solo que no viene coloreado de catástrofe. Peor aspecto tiene lo de EEUU. El debate Trump-Biden ha sido desastroso para el demócrata, que se ha mostrado torpe, confuso, demasiado anciano incluso para su edad. Y era una ocasión de oro para revertir la línea ascendente del republicano corrupto y golpista. Los demócratas deberían considerar la oportunidad de cambiar de caballo, incluso aunque la carrera esté ya comenzada. Siempre es mejor lo posible aunque sea improbable que lo que cada vez más parece imposible.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...