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Lilí Álvarez y las primeras mujeres del deporte en España

PhotoEspaña rinde homenaje a las pioneras del deporte en nuestro país a través de la figura de Lilí Álvarez, la primera española en competir en unos Juegos Olímpicos, los de París 1924. El lugar, la antigua Residencia de Señoritas, centro de vanguardia donde se dieron cita figuras fundamentales del siglo XX como Clara Campoamor, Victoria Kent o María Moliner

Lilí Álvarez, Archivo familiar. Cortesía de Jaime López Chicheri Dabán

Los Juegos Olímpicos de París de 1924 fueron los juegos de los tres oros del nadador Johnny Weissmüller antes de saltar a la fama por interpretar a Tarzán, los primeros con ceremonia de clausura y villa olímpica y a los que todos ponemos banda sonora por 'Carros de fuego'. Participaron algo más de tres mil atletas de los que solo 135 eran mujeres, entre ellas, la primera española: la tenista Lilí Álvarez.

Lilí Álvarez nació en Roma en 1905, hija de una familia adinerada, creció en Suiza donde comenzó a practicar deporte desde muy pequeña, como patinaje sobre hielo, equitación o esquí alpino. Pero, sobre todo, tenis. "Era una mujer privilegiada, tuvo una educación privilegiada, se crio en los Alpes Suizos, cuando la Residencia de Señoritas abre sus puertas ella cumple 10 años y ella misma reconoce ser una autodidacta, que se instruye en los salones y las tertulias de la alta sociedad. Decían que tenía una personalidad muy marcada. Para llegar hasta donde ella llegó tenías que tirar de eso", explica la investigadora Lucía Lalín, comisaria de esta exposición, que puede verse en la Residencia de Señoritas de Madrid, institución dirigida por María de Maeztu, por donde pasaron las primeras mujeres que accedieron a estudios universitarios en España, entre ellas, Clara Campoamor, María Moliner, María Goiri o Victoria Kent, figuras fundamentales de la vanguardia artística, literaria, política, intelectual y social, desde su fundación en 1915 hasta la Guerra Civil.

Lilí Álvarez, Archivo familiar. Cortesía de Jaime López Chicheri Dabán

Lilí Álvarez, Archivo familiar. Cortesía de Jaime López Chicheri Dabán

La muestra que organiza PhotoEspaña no solo conmemora el centenario del olimpismo femenino español también explora los inicios de la práctica deportiva en España y su vinculación con la Modernidad. Como cuenta Lalín, la exposición es un paseo ilustrado, "hemos hecho en el exterior un diseño de paneles que nos recuerdan a las revistas ilustradas de época. Es donde hacemos un guiño a los grandes momentos en la vida de Lilí y también rendimos homenaje a las españolas contemporáneas. Mostramos fotografías de la Residencia de Señoritas y citas literarias de Josefina Carabias hablando de ese ambiente en los jardines y de cómo disfrutaban del lugar". Para la exposición se han utilizado fondos del Archivo Histórico Nacional y de instituciones internacionales como la Biblioteca Nacional de Francia o de la Library of Congress de Estados Unidos, y del archivo personal de la familia cedidas por el sobrino de Lilí. Catalina Riaño González es la autora de la tesis doctoral sobre la figura de la deportista y escritora que ha servido de base para el trabajo de investigación.

El interior de la exposición, un recorrido entre las vitrinas de la biblioteca de la Residencia de Señoritas, hoy Fundación Ortega-Marañón, está dedicado a la trayectoria profesional de Lilí Álvarez, no solo la deportiva, con fotos nunca antes expuestas en público de su infancia practicando deporte en los Alpes Suizos, y también la periodística y la literaria. Corresponsal del Daily mail, fue una de las primeras mujeres en publicar crónicas deportivas en prensa, y autora de varios ensayos.

De ella decían que era una de las mujeres más elegantes de Europa. Su juego raudo y temerario dejaba atónitos a los espectadores. Vestida con falda pantalón de Schiaparelli, Lilí Álvarez fue pionera en todo lo que hizo practicando deporte, jugando al billar o como piloto de automovilismo, siempre abriéndose paso en un mundo de hombres. Aunque su aportación al deporte fue fundamental para ella, sin embargo, su participación en los Juegos de París nunca fue nada de lo que se sintiera especialmente orgullosa. Cuando le preguntaban de mayor cuáles fueron sus grandes hitos, recuerda Lalín, se refería a otras competiciones pero nunca mencionaba los Juegos, "muchos de aquellos hombres con los que ella estuvo vivieron los Juegos como una juerga, salían por la noche, fue algo demasiado distendido para su gusto". Como escribió Lilí Álvarez en una de las citas que ilustran la exposición "no es fácil ser mujer, si de verdad quieres ser auténtica en todos los sentidos, tienes que ser verídica contigo, no pasarte por alto y respetarte a ti misma".

Wimbledon, 1926, Archivo familiar. Cortesía de Jaime López Chicheri Dabán

Wimbledon, 1926, Archivo familiar. Cortesía de Jaime López Chicheri Dabán