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El cambio ideológico de los míticos Cuadernillos Rubio: "Por aquel entonces, eso era normal"

Enrique Rubio, hijo del fundador, explica en 'A Vivir' todo lo que se ha modernizado la empresa desde que se hizo cargo de ella

Cuadernillos Rubio mientras comemos perritos calientes

Cuadernillos Rubio mientras comemos perritos calientes

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Madrid

Enrique Rubio heredó en 1996 una empresa que es patrimonio nacional: Cuadernos Rubio. Esta editorial es bien conocida por varias generaciones de españoles por dar nombre a los cuadernos en los que realizaban ejercicios de caligrafía cuando eran pequeños. Rubio ha ayudado a escribir a millones de personas desde la fundación de la compañía en los años 50. Una empresa que forma parte de la historia de España y que ha cambiado mucho en los últimos años, como bien ha indicado el actual presidente e hijo del fundador en 'A vivir con son dos días'.

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Rubio ha respondido a las preguntas de Manuel Burque y ha charlado con el humorista y Javier del Pino sobre los orígenes de la empresa de su padre, su influencia y los cambios que ha vivido a lo largo de su historia. "Ese apellido se vincula con la infancia, con hijos, con veranos, con deberes, con colegio, con mejorar...", ha enumerado el presentador del 'A Vivir' sobre el famoso apellido Rubio. "¿Teníais que tener una letra perfecta vosotros, no?", le pregunta Del Pino al empresario, que confiesa que no era exactamente el que mejor escribía.

"Yo era un poco la oveja negra. Pensaba que mi caligrafía era parte de mi personalidad y mi padre me intentaba cambiarla. Tengo que decir que no escribo del todo bien, además de que pienso muy rápido. Soy un poco la excepción, no doy ejemplo", ha confesado Enrique Rubio sobre su modesta caligrafía, sobre la que destaca que, cuando lo hace rápido y lo intenta, le sale una caligrafía correcta.

Estos cuadernos, que comenzaron a venderse en los años 50, comenzaron siendo cuadernos de refuerzo. Hay cuadernillos de problemas matemáticos, pero los más famosos son los de caligrafía. En la actualidad, Rubio ha indicado que se encuentran en un volumen de negocio de en torno a los cuatro millones de cuadernillos al año, aunque como se trata de un producto "económico" (1,50 euros el cuaderno básico), el empresario considera que no son una empresa tan grande. "Estaremos rozando los tres millones de facturación al año", ha explicado Rubio.

Una empresa con mucho recorrido que sigue viva después de 68 años de historia. "Empezamos con las caligrafías, hasta los años 90 o así era lo que más se vendía. A partir de ahí dejamos de hacerla en favor de las operaciones y los problemas. Ahora estamos volviendo otra vez, creo que la caligrafía en algunos sectores se está poniendo hasta de moda", ha indicado Rubio, que saca pecho de que, aún en época digital, el "99%" de lo que venden es en formato papel.

El cambio ideológico de la empresa

El tiempo no pasa en balde para los cuadernillos, y tal y como indica Del Pino, antes había frases en los cuadernos que ya han quedado desfasada por los tiempos. Como bien indica Rubio, no eran lo mismo las frases que se encontraban en los 50 y los 60 que ahora. "Los valores eran completamente diferentes. Había frases como esa que ahora las vemos como una curiosidad, pero que eran normales en su época. Hablábamos de religión, de Dios.... las niñas jugaban con muñecas y los niños jugaban con armas. Eso ha cambiado", ha explicado el dueño de Cuadernos Rubio.

Enrique Rubio ha contado que se hizo cargo de la empresa en el 1996 por una enfermedad de su padre. "Tuve una obligación moral, como sucesor, de cambiarlo todo. Y una de las cosas que cambié fueron las frases", ha explicado sobre el cambio de rumbo ideológico de la empresa.

"Tuve una idea en su día que ha tenido mucha aceptación. Ya que llegamos a tantos niños, además de enseñar caligrafía y cálculo, enseñar valores y enseñar cosas", ha indicado Rubio, que explica que ahora hablan de "reciclaje, respeto e igualdad". "Se eliminaron lógicamente todos los todos los juguetes sexistas. Fue un trabajo muy bonito y muy apasionante durante varios años y luego además los profesores nos lo han reconocido y eso nos ha beneficiado, ha concluido el dueño de los Cuadernos Rubio sobre el cambio ideológico que ha vivido su empresa en los últimos años.

 
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