Pago o consentimiento

Hoy hay noticias descorazonadoras que llegan de muchos lados. Pero entre todas, una ligeramente optimista que pone freno al imparable acoso a que someten las grandes compañías tecnológicas a los ciudadanos. Meta, de Mark Zuckerberg, ha ingeniado un modo curioso de lograr el consentimiento de sus usuarios para quedarse con sus datos en todas sus plataformas y crear sus perfiles publicitarios casi sin que se den cuenta. La cosa es sencilla: ofrece que paguen una tarifa mensual por una versión sin publicidad de Facebook o Instagram que no utiliza sus datos personales con fines publicitarios. Parece claro, ¿no? Pues no. Afortunadamente, los expertos de la Comisión Europea están ojo avizor desde que se aprobó la Ley de Mercados Digitales y le han abierto un expediente a Meta. Porque en el fondo, dicen, lo que hace Zuckerberg es usar la fórmula “pago o consentimiento”. Es decir, si usted le da a la tecla de "no quiero pagar", está dando al mismo tiempo su consentimiento para que sus datos se recopilen en múltiples plataformas, incluidos Facebook, Instagram, Marketplace, WhatsApp y Messenger, para permitir que se combinen y orientarlos en anuncios personalizados. Y a la Comisión no le parece bien. En el caso de que no lleguen a un acuerdo, la Comisión podría imponer a Meta una multa por el equivalente al 10% de sus ingresos globales anuales. No es probable que se llegue a ese punto, pero, desde luego, eso sí que sería una multa.