Opinión

Vidal-Folch, sobre Puigdemont y el rechazo del Supremo a aplicarle la amnistía: "Se han saltado la ley a la torera"

"Los tribunales no deben aplicar leyes antiguas, sino solo las que estén vigentes, y la vigente dice otra cosa"

El análisis de Xavier Vidal-Folch | El Supremo se salta la ley a la torera

Madrid

Los tribunales deben aplicar la ley. El Tribunal Supremo ha decidido saltársela a la torera, y además, sin unanimidad. Es un desafío frontal al poder Legislativo, el primero de los poderes en un Estado de derecho, el depositario de la soberanía popular.

La Sala segunda del Supremo presidida por el juez Manuel Marchena, en vez de aplicar la ley vigente de amnistía, o de reenviar sus dudas al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, aplica algo parecido al Código Penal de 2015, que ha sido modificado por ella.

La ley de amnistía perdona a los malversadores siempre que hayan delinquido en favor del "procés", y en tanto que no haya mediado "propósito de enriquecimiento" personal. Pues bien, el Supremo se inventa otra norma distinta, como es obvio sin ser competente para ello, porque él no está capacitado para fabricar las leyes: según él incurre en delito quien se apodere "de bienes ajenos" aunque los destine "a limosna o a cualquier causa altruista"; es más o menos, pero en caricatura, lo que estaba en el viejo Código. Pero los tribunales no deben aplicar leyes antiguas, sino solo las que estén vigentes, y la vigente dice otra cosa. Ni tampoco se les paga para que critiquen al Parlamento ni para que se declaren en rebeldía contra él.

En cambio, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña aplicó el 25 de junio la nueva norma al exconsejero Miquel Buch y a un policía autonómico, respetando del todo la legalidad. Sus magistrados, a diferencia de los otros, no están tan marcados por sentencias condenatorias como la más famosa del "procés", ni tan predispuestos contra los que protagonizaron los hechos ilegales.

Así que el conflicto dentro de la judicatura está servido. Algún político ignorante o veleta, que solo opina de lo que parece que le conviene y que no dijo nada de la sentencia del Tribunal Superior, ya utiliza la del Supremo para criticar al Gobierno. Tengan calma los inquietos, los ansiosos, los precipitados. Hay mucha tela que cortar. Y el corte definitivo no corresponde al Supremo, lo dará el Tribunal Constitucional.

Xavier Vidal-Folch

Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...