"Más de la mitad del parque de viviendas de España necesita reformas": Marta Vall-llosera, arquitecta presidenta del CSCAE

Madrid

Marta Vall-llosera es la primera mujer que preside el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España. En 'Hora 25' hablamos con ella para que nos cuente en qué estado está la arquitectura española, qué necesidades tiene el parque de viviendas de nuestro país y los retos futuros que afronta una disciplina que siempre se mueve en el equilibrio entre la funcionalidad y la estética.

¿Cómo serán las viviendas del futuro? "Estamos en un momento de transformaciones profundas a muchos niveles, tanto desde el ámbito medioambiental, social y económico. Con la Covid-19 nos dimos cuenta de lo importante que eran los espacios que habitamos: la calidad de esos espacios, cómo estaban ventilados, temas de luz, de accesibilidad... E incluso la necesidad de disponer de espacios mucho más funcionales, porque también implicó cambios en el uso que hacemos de nuestras viviendas, que ya son también lugares de trabajo. Así que, en principio, las viviendas del futuro, la idea es que sean mucho más flexibles y adaptables a nuevos espacios", nos cuenta Marta.

El parque de viviendas de nuestro país necesita muchas mejoras, nos dice la presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España: "El parque de viviendas está muy envejecido. Estamos hablando de que tenemos un parque edificado de alrededor de 25,7 millones de viviendas, de las cuales más de la mitad necesitan reformas. Es un parque que se construye en un momento en el que no había normativas energéticas y, por tanto, hay muchas mejoras a realizar. No solo a nivel energético, sino que en España ha habido poca cultura de mantenimiento y nos estamos encontrando con problemas de seguridad: temas estructurales, temas de humedades y que la población va envejeciendo y el hecho de que no estén resueltos los temas de accesibilidad genera muchos problemas".

Arquitectura, urbanismo e ideología

La arquitectura y el urbanismo están absolutamente ligados. Para Marta Vall-llosera, la arquitectura no tiene ideología: "Yo creo que la arquitectura tiene una base técnica importante, igual que el urbanismo, y después una base humanística que incide en los aspectos más culturales e identitarios de las ciudades y edificios. Las decisiones que se toman deberían siempre basarse en criterios técnicos y contando con las personas adecuadas para poder aportar esos criterios".

Entonces, ¿por qué los edificios de los barrios pobres son tan feos y los de los barrios ricos son arte? "Yo creo que esto es un tema de recursos y del momento en el que fueron construidos, porque en estos momentos se está apostando por vivienda social de mucho nivel arquitectónico. Incluso en los Premios Arquitectura hemos premiado vivienda social con unas características de nivel en cuanto a eficiencia energética muy alto, con calidades altas, con proyectos que buscan innovar con nuevos sistemas de vivienda. Por tanto, yo creo que esto quizás fue fruto de una época determinada, pero que en este momento precisamente se está apostando por hacer buena arquitectura en vivienda social".

¿La arquitectura tiene alguna responsabilidad en el problema de acceso a la vivienda que tenemos como sociedad? "El problema es muy complejo. En estos momentos hay un problema entre oferta y demanda, hay poca oferta para la demanda que hay. Y ahí entendemos que hace falta hacer un esfuerzo, con una planificación en el medio y largo plazo a base de consensos políticos para conseguir tener el número de viviendas adecuado en cada lugar, porque dentro de lo que es España hay problemáticas muy diferentes", explica Vall-llosera.

"Es necesario construir más en determinadas zonas. Es verdad que hay zonas, como la España vaciada, en la cual hay una problemática, pero tenemos también otras zonas en la que la falta de vivienda es notoria y esto lo que provoca también es un incremento de los precios y que sea más complicado ese acceso a la vivienda. Por un lado hay que construir, pero por otro hay que trabajar mucho en lo que es la regeneración de barrios. Hay zonas degradadas que pueden recuperarse y ver en cada caso, en cada edificio, las posibilidades de rehabilitación o incluso de demolición y reconstrucción", reflexiona la arquitecta.

¿Podemos llegar a un momento de colapso de determinados edificios por el estado de nuestro parque de viviendas? "Ya ha pasado. Ha habido últimamente casos muy graves de edificios que por falta de mantenimiento, por temas estructurales han colapsado. Cualquier pequeño problema que pueda haber, si no se trata en el momento adecuado, crece e implica luego costes mucho más elevados a la hora de intervenir", explica Marta.

La tecnología y lo imposible

Desde el punto de vista arquitectónico, ¿los estadios de fútbol son a nuestro tiempo lo que las grandes construcciones religiosas, las catedrales, eran a los siglos anteriores? Así respondía Marta Vall-llosera: "Podríamos decir que sí, porque son grandes, grandes edificios que, además, son multiusos. Son los edificios realmente más grandes, sí". Prácticamente hemos atravesado ya la barrera de lo imposible en arquitectura: "Sí, prácticamente se puede hacer todo. Las nuevas tecnologías aportan mecanismos para poder hacer determinadas cosas: procesos de industrialización, de digitalización de los edificios, la inteligencia artificial...".

Y continúa: "Son herramientas que nos ayudan a optimizar procesos, pero que no pueden sustituir la parte creativa, lo que aporta el arquitecto. Porque cuando un arquitecto construye un edificio, lo proyecta, incorpora en ese proyecto vivencias personales, intenta adaptarlo a las necesidades de su cliente... Esto tiene una parte humana que este tipo de tecnologías no pueden sustituir. Sirven para mejorar los procesos, pero manteniendo el alma, la parte más humana de la arquitectura".

¿Cuántas veces ha tenido que decirle a un cliente que eso que quiere para su casa no puede ser? "El cliente tiene que quedar satisfecho, porque al final tampoco se construye uno tantas casas en su vida. Desde la parte técnica hay que poder explicar y convencer de cuál es la mejor opción, también es un trabajo que nos toca a los arquitectos. Hay mucho de psicología en el trabajo del arquitecto", responde Marta.

El principal reto de la arquitectura actual es el cambio climático, nos dice Vall-llosera. "Europa nos está marcando objetivos muy ambiciosos que implican que los nuevos edificios en el 2030 tienen que ser cero emisiones y el parque existente debería serlo en el 2050. Hay que dar muchos pasos para conseguir esos objetivos. Deberían estarse rehabilitando del orden de 300.000 viviendas al año para llegar a los objetivos que nos marca Europa y en estos momentos estamos en 37.000. Deberíamos estar multiplicando por diez la rehabilitación".