Cultura pone en marcha el primer plan para garantizar los derechos culturales, abordando aspectos como la educación, la desigualdad y censura

Era uno de los ejes del ministerio de Cultura propuestas del ministerio de Cultura, elaborar un Plan de Derechos Culturales, que hoy ha comenzado su puesta en marcha. "Una actuación prioritaria", así lo ha comunicado el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, junto a la directora general de Derechos Culturales, Jazmín Beirak en el acto de presentación de la hoja de ruta de este plan. "No queríamos gestionar la cultura como si fuera un menú cerrado", aseguraba el ministro. "España tiene unos compromisos internacionales adquiridos que reconocen el derecho a la cultura como un derecho humano fundamental y teníamos que dar respuesta a ello". De ahí el desarrollo de esta hoja de ruta que "va a permitir generar esperanza y que la ciudadanía se sienta que participa", insistía Urtasun.

Esta iniciativa pretende entender la cultura como algo más que un bien de consumo y de producción, a pesar de que insisten en la importancia de la industria cultural en nuestro país. "Teníamos que tener en cuenta una cosa. En estos momentos la defensa de la cultura y la participación de la vida cultural de los europeos es la principal herramienta que tenemos para defender la democracia en unos momentos difíciles en Europa. Convierte espacios de fraternidad e igualdad y eso ensancha la democracia", añadía el ministro. "Los derechos culturales no son inmóviles. Es algo que los vamos construyendo. Posición de vanguardia para España en las políticas culturales más modernas".

En un acto celebrado en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con presencia de representantes de distintos ámbitos del sector cultural, este plan viene a poner en valor la cultura como una práctica social a la que tiene derecho a acceder todas las personas. Un plan que no existía antes y que, reconocen, tiene una mirada a largo plazo. Desde hoy hasta noviembre se conformarán los grupos de trabajo, donde más de 500 personas desde expertos hasta representantes de la sociedad civil, así como a agentes sectoriales, harán un diagnóstico de la igualdad o desigualdad de acceso a la cultura en distintos lugares del Estado español y del sector cultural. A principios de año ser comenzará con la elaboración y en mayo el ministerio se compromete a presentar el plan. El Plan de Derechos Culturales será expuesto, asimismo, en el marco del foro internacional de cultura Mondiacult 2025, impulsado por la UNESCO, que acogerá Barcelona a finales del próximo año. Asimismo, se contará con la Conferencia Sectorial de Cultura, para canalizar las aportaciones de las comunidades autónomas; así como encuentros sectoriales y territoriales, que integrarán a sectores de la cultura como el cine, el teatro o la música

La idea es legitimar a la cultura más allá de motivos económicos, sino también adentrándose en la dimensión del derecho. "El derecho cultural ha sido el gran olvidado dentro de los derechos humanos", decía Beatriz Barreiro, profesora titular de Derecho Internacional Público de la Universidad Rey Juan Carlos. No todo el mundo puede participar en al Cultura, hay barreras de tipo económico, racial, de género, de capacidad... Por lo que el ministerio quiere hacerse cargo aplicando políticas para evitar que el acceso a la cultura no sea igual para todos. De ahí que se haya establecido una serie de ejes temáticos en torno a conceptos como libertad, diversidad, sostenibilidad. Son los siguientes: ‘Desarrollo local y comunitario’, ‘Educación y cultura’, ‘Mediación cultural’, ‘Igualdad de género’, ‘Diversidad étnico racial’, ‘Diversidad lingüística’, ‘Discapacidad’, ‘Desigualdad’, ‘Cultura intergeneracional’, ‘Sostenibilidad, ‘Derechos digitales’, ‘Evaluación de las políticas culturales’ y ‘Adecuación normativa, buenas prácticas y gobernanza’.

Uno de los ejes se centrarán en la censura, algo que está afectando al sector desde que en mayo de 2023 llegaran a los ayuntamientos y comunidades autónomas los gobiernos de derecha y extrema derecha. "El ministerio tiene un compromiso firme contra la censura", insisten. De hecho, aseguran que estudiarán caso por caso, sobre todo en aquellas ocasiones en que la censura tenga detrás condiciones materiales proclives. "La etapa de cancelaciones del verano pasado tenía un elemento en común, que ninguna de las artistas no tenían un contrato firmado", explican desde el ministerio. Para ello trabajan en una modificación en la ley de contratos que incorpore pre contratos y cartas de compromiso para evitar casos como los ocurridos este último año, como se ha hecho recientemente en Huesca, donde tras la cancelación del festival Periferias por el gobierno regional, en manos del Partido Popular, han puesto en marcha el festival Extrarradios.

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Sobre la metodología, la participación es la palabra clave, sobre subrayaba en el acto Dagmary Olivar, investigadora y gestora cultural. Los territorios y las diversidades son importantes, por eso se atenderá a la España Vaciada, esa parte rural del país que carece de servicios, también en el ámbito cultural. Habrá un relator y relatora que liderará el trabajo de diez y quince participantes que vendrán de distintos colectivos y lugares. Su labor será debatir un documento base y, a partir de ese trabajo, se hará una consulta. "Se quiere llegar a distintos profesionales y colectivos que por distintos motivos no han podido formar parte". Para ello se abrirá una Plataforma online para que la sociedad civil participe también en este proceso. "Hay que llegar a la mayor cantidad de personas y territorios posibles".