Miguel Ángel Serrano, tras salir de prisión: "Con la libertad pasa un poco como con la salud: uno aprecia lo que significa cuando lo pierde"

Madrid

El Tribunal Constitucional sigue anulando las penas a condenados por los ERE de Andalucía. El Tribunal ha dado amparo parcial a cuatro exconsejeros andaluces que llevaban año y medio en la cárcel condenados por prevaricación y malversación. Nada más conocer la resolución del Tribunal, la Audiencia de Sevilla ha ordenado las excarcelaciones. La exconsejera Carmen Martínez Aguayo ya no tendrá que dormir en el centro en el que cumplía el tercer grado y el exconsejero Francisco Vallejo ha salido de la cárcel hoy mismo y pasará su primera noche en casa. El primero en salir de prisión ayer por la tarde fue el ex director general de la agencia IDEA Miguel Ángel Serrano, que estaba encarcelado desde enero de 2023. En 'Hora 25' hablamos con él.

"Todavía estoy un poquito abrumado por las circunstancias, porque todo se desenvolvió muy rápidamente y resetearte de nuevo a la vida ordinaria requiere también un cierto esfuerzo. Empeñado en recuperar mi vida, con mi familia, con mis amigos... La normalidad de la que no debería de haber salido", cuenta Serrano. "El tiempo no se puede recuperar, el tiempo pasa de manera inexorable en una sola dirección, pero lo que sí hay que hacer es mirar al futuro y seguir viviendo. Tratar de recuperar todo aquello que se pueda y, sobre todo, devolverle a la familia lo mucho que ha recibido uno de la familia durante este lamentable tiempo".

"Con la libertad pasa un poco como con la salud: uno aprecia lo que significa cuando lo pierde", reflexiona Serrano. "Ha sido un año y medio raro, el ámbito penitenciario le resulta completamente desconocido a la población en general y eso ha dado lugar a que la sociedad se vuelva muy cainita, que a todo el mundo le parezca que todas las penas que se imponen son pocas. Todos los días 15 horas y media encerrado en una celda. La verdad es que todo eso es muy duro. Uno se busca la vida como puede para que el tiempo pase más rápido".

"Nadie podía entender que estuviéramos siendo procesados por haber hecho lo que teníamos que hacer. Es una paradoja. Si una ley es de obligado cumplimiento, como son todas las leyes, qué ocurre: ¿que si la cumplo delinco y si no la cumplo también delinco? ¿Delinco haga lo que haga? Una ley no puede ser ilegal, por definición", dice Miguel Ángel Serrano. "Nosotros pensamos que todo esto se caería, porque carecía de base. Pero ha hecho falta llegar a la última instancia de un estado de derecho moderno, que es el Tribunal Constitucional".