La DGT trabaja en un nuevo reglamento de conducción autónoma: así será el futuro estatuto en 2025
La DGT quiere aprobarlo antes del primer trimestre de 2025
Coche autónomo. / Alexander Koerner/Getty Images
La Dirección General de Tráfico (DGT) prepara una nueva normativa que pretende regular la conducción autónoma y los sistemas tecnológicos de esta naturaleza integrados en los vehículos, entre el último trimestre de este año y el primero del año 2025. Así lo ha avanzado el jefe provincial de la DGT, Juan José Arriola, durante la celebración de la jornada sobre la nueva normativa europea sobre los Sistemas ADAS que entrará en vigor a partir de este mes de julio. Tras realizar unas observaciones de carácter público, la DGT modificará el vigente reglamento general de circulación y de vehículos. Las propuestas que se preparan desde la entidad, relativas al reglamento general de circulación, incluyen dos artículos que deberán asumir los ocupantes de un vehículo que cuente con sistemas de automatización de la conducción.
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¿Cuáles serán las disposiciones del estatuto?
En cuanto al reglamento general de vehículos, según se adelantó hace unos meses, se añadirá el artículo 14 bis en el que quedará reflejado que "estos vehículos no pueden circular si no cuentan con su correspondiente permiso de circulación expedido por la Jefatura Central de Tráfico, autorización previa cuyo fin es asegurar su aptitud para circular con seguridad".
Además, se trabaja en un nuevo Anexo XX de sistemas de conducción automatizada, para regular el marco concreto sobre el procedimiento de certificación destinado a verificar que un vehículo que cuenta con un sistema de conducción automatizado cumple con las normas de circulación, en el que se definen las capacidades de automatización y de los entornos en los que circularán los vehículos.
La conducción autónoma: el futuro de los coches
La conducción autónoma se trata de una modalidad de conducción que consiste en el manejo del vehículo sin el control activo de un conductor cuando su tecnología, siempre y cuando esté activa. Un vehículo autónomo, para ser considerado como tal, debe estar equipado con la suficiente tecnología que permita su manejo sin necesitar activamente el control o supervisión del conductor.