Punto de Fuga
Internacional

Francesca Albanese, relatora de la ONU sobre palestina: "Los Estados que suministran armas son cómplices de este genocidio"

La relatora especial de la ONU sobre los territorios palestinos critica la fragmentación de Europa ante el compromiso de prevenir el genocidio

Miles de personas participaron en la protesta en solidaridad con el pueblo palestino y condenando el apoyo de Estados Unidos a la operación militar de Israel en la Franja de Gaza / YAHYA ARHAB (EFE)

Madrid

A principios de esta semana Israel ordenó la evacuación de unas 250.000 personas en Jan Yunis, tras lo que siguió su masacre en la zona del suroeste de la Franja de Gaza dejando decenas de muertos y heridos en varios bombardeos. En esa zona se encuentra el Hospital Nasser, el último hospital de atención integral del sur de Gaza, que según la organización Médicos Sin Fronteras está “al límite por la gran afluencia de pacientes y la falta de suministros” y se está quedando sin combustible para funcionar.

Los muertos por la ofensiva de Israel en Gaza ya superan los 38.000. La Relatora especial de las Naciones Unidas sobre los territorios palestinos, Francesca Albanese, llama la atención sobre cómo Israel “utiliza el hambre como arma de guerra” e insiste en llamar “genocidio” el operativo que deliberadamente está “destruyendo a la población de Gaza”.

En una entrevista en Punto de Fuga, Albanese ha celebrado la movilización de la sociedad civil en defensa del pueblo palestino, pero cree que no basta. Apuesta por el boicot y las sanciones económicas y es especialmente dura con los países que, como Estados Unidos, siguen aportando armas a Israel. Los acusa de ser cómplices del genocidio.

Pinkwashing en el orgullo

Nos llegan noticias negativas de Jan Yunis estas últimas horas sobre nuevos desplazamientos masivos de población palestina mientras se producen nuevos bombardeos, nuevas víctimas, ¿Qué información tiene usted al respecto?

Francesca Albanese: En este momento, la información que recibo de la Franja de Gaza es muy confusa porque hay operaciones en curso en varias partes de la Gaza ocupada y lo que sé es que la gente se está viendo obligada a desplazarse forzosamente una vez más desde Jan Yunis porque la operación está avanzando. Y sí, ha habido bombardeos y no tengo detalles precisos del tipo de operaciones, pero sé que el nivel de desesperación ha alcanzado un punto de no retorno. Y lo he dicho una y otra vez en los últimos meses.

Lo que parece claro es que no se están aplicando las medidas que dictó el Tribunal Internacional de Justicia hace meses para evitar el genocidio en la Franja.

No, mi análisis jurídico, y no soy la única que lo sostiene, es que ya se han cometido actos de genocidio. Y claramente, cuando la Corte Internacional de Justicia emitió el primer conjunto de medidas provisionales el 26 de enero de 2024, esto fue una señal para la comunidad internacional de que tenían que actuar para prevenir el genocidio. Y, sí, se ha seguido violando el derecho internacional, incluso después del segundo conjunto de medidas provisionales emitidas por la CIJ en marzo de 2024, y más recientemente, en mayo de 2024 hubo otro conjunto de medidas, e Israel sigue actuando con impunidad, pero también la comunidad internacional. Quiero decir que Estados Unidos y los demás Estados que siguen suministrando armas pueden ser considerados cómplices de este genocidio.

Claro, es que en este tiempo hemos visto que se ha seguido utilizando el hambre como arma de guerra y lo que usted apuntaba ahora, que Estados Unidos ha seguido enviando armas a Israel.

Sí. La cuestión es que, por supuesto, todo el mundo se fija en cómo Israel utiliza la inanición como arma de guerra. Pero tenemos que considerar que aquí la inanición no se usa contra militantes, no se usa contra combatientes, el hambre se usa contra la población civil. Hay que considerarlo un crimen de guerra. Es un golpe que está llevando a la destrucción de la población. Y por eso insisto en la necesidad de llamar a este crimen por lo que es, es genocidio, porque Israel es conocedor de las consecuencias, por lo que sabe que está destruyendo a la población de Gaza con esta conducta.

¿Qué cambia exactamente con la decisión de España de sumarse a este procedimiento en el Tribunal Internacional de Justicia impulsado por Sudáfrica?

Significa que España está de acuerdo con Sudáfrica en que Israel incumple la Convención sobre el Genocidio. Y significa que España va a defender el cese de este crimen. Así que estoy deseando ver el alegato del gobierno español.

¿Entiende que más países no den este paso? Más países que se han sumado a esa convención de prevención del genocidio.

Sí, el número de países está aumentando. La cuestión es, sin embargo, que hay dos cosas que siguen siendo extremadamente problemáticas. La primera es que sigue habiendo apoyo y suministro de armas por parte de Estados Unidos, pero no sólo de Estados Unidos, varios países europeos siguen transfiriendo armas directa o indirectamente.

Y lo otro es que la mayoría de los países europeos no se han unido al caso de la CIJ y varios de ellos, como Alemania, están actuando en contra de la declaración de Sudáfrica. Así que Europa está más fragmentada que nunca. Y eso dice mucho de cuál es nuestra posición como europeos ante el derecho internacional y ante el compromiso de prevenir el genocidio.

Sabemos que hay muchas veces razones históricas, comerciales, políticas, para explicar que más países no den este paso, pero, ¿usted echa de menos más movilización de la sociedad en las calles, por ejemplo?

Creo que es importante. Es necesario, pero no suficiente, porque España es uno de esos casos en los que... Quiero decir, para mí, España es realmente el mejor país de Europa por el cumplimiento del derecho internacional, porque tiene una sociedad civil muy activa, universidades y cuerpos de estudiantes muy comprometidos. Tiene un gobierno que es el más avanzado en términos de preservación del derecho internacional. Pero aun así no es suficiente. Y en otros países definitivamente no es suficiente.

Lo que se necesitan son medidas concretas. Así que la movilización de la sociedad civil es indispensable. Y tomar la calle es indispensable. Pero huelgas y también la suspensión de transferencias para que la esfera económica se vea afectada, porque esta es la dura lección que sacamos del pasado, que a menos que no se vean afectados los intereses económicos que están apoyando un propósito criminal, será difícil poner fin a ese propósito criminal. Y estoy pensando en la Sudáfrica del apartheid. Lo fundamental en ese caso fue el boicot, las sanciones y la desinversión. Pero las sanciones llegaron tarde porque primero hubo una enorme movilización de la sociedad civil, los sindicatos, etc.

Si le he entendido bien, ¿usted apostaría por esperar un poco más para esas sanciones económicas? O incluso hay organizaciones que plantean un boicot. ¿Cree que es pronto todavía para eso?

Es necesario. No, quiero decir, es necesario porque... está ocurriendo. De lo contrario, no reconoceríamos el enorme impacto que el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) ha tenido en los últimos diez años... A pesar de todas las adversidades, a pesar de cuánta presión tanto el gobierno israelí como otros gobiernos han intentado ejercer contra el BDS hasta el punto de incluso criminalizarlo. Así que, francamente, no veo otro camino, otros instrumentos en manos de la sociedad civil que el BDS.

Y también, si puedo añadir, porque también es importante y sé que la audiencia española recordaría a Pinochet y lo que un fiscal español hizo en ese caso, es importante utilizar la jurisdicción universal y utilizar los tribunales nacionales para tratar de lograr justicia para las víctimas.

¿Cuestionar a Israel es ser antisemita, como dice el estado hebreo cada vez que alguien critica o cuestiona la forma en la que está manejando esta guerra?

Esto es tan repugnante... porque el antisemitismo existe, y estoy realmente preocupada porque el terreno político parece ser fértil para un retorno de las fuerzas de extrema derecha, que son los verdaderos antisemitas. Y son islamófobas y racistas. Así que, en lugar de hacer frente a esto, lo que Israel, el lobby pro-Israel y los entornos políticos que apoyan a Israel y la refugian de la crítica legítima por sus prácticas de derechos humanos sobre los palestinos y sus propios ciudadanos, acusan de ser antisemitas personas que están simplemente en favor de los derechos humanos y la justicia. Y esto es inaceptable, porque también está haciendo que los anticuerpos naturales de la sociedad se resistan a este avance, a este retorno de las fuerzas de extrema derecha. La está haciendo cada vez más vulnerable. Pero confundir el antisemitismo con la mera protección de los derechos humanos... Quiero decir, sólo pido que los palestinos no sean masacrados, no sean oprimidos, no sean maltratados, no sean torturados... Esto es tan vil.

Para finalizar, me gustaría preguntarle si cree que se puede hacer algo más para frenar a Israel, añadir alguna orden de arresto más como las que ha dictado la CPI… ¿Qué más se puede hacer para frenar a Israel?

Creo que hay muchas cosas que deben hacerse. Sigo diciendo que, como está ocurriendo en Estados Unidos y en Canadá, y también en Europa, es muy importante que las comunidades judías se movilicen, porque lo que Israel está haciendo, es decir, la apropiación de la tierra, porque en última instancia se trata de la tierra... Es tan anacrónico como eso, la apropiación de la tierra en nombre de Dios, es algo que constituye en última instancia una ofensa a cualquier religión. No puede hacerse en nombre del judaísmo. Y por eso creo que, además de lo que les está ocurriendo a los palestinos, este mismo hecho de que Israel reclame la propiedad sobre lo que es el judaísmo, es algo que debe ser rechazado por las comunidades judías. Y es importante que las comunidades judías de Europa se den cuenta de en qué se ha convertido Israel. Comprendo su amor, su apego a Israel, pero no pueden hacer la vista gorda ante la matanza de 40.000 personas, entre ellas casi 20.000 niños. Esta es la realidad. Y si piensan en cuántos niños se han quedado sin padres, son casi 20.000. Y cuántos heridos, cuántas personas quedarán mutiladas, y cuántas personas se quedarán huérfanas de una tierra de nuevo porque Gaza es inhabitable en este momento. No se puede hacer la vista gorda ante esto. Esto es un genocidio.