Las lágrimas de Pepe y el abrazo de Cristiano: la imagen más emotiva de la Eurocopa pone fin a una era para Portugal

No pudo ser para Portugal. El equipo de Roberto Martínez lo intentó todo en esta Eurocopa y, después de la hazaña de los octavos de final, dónde el guardameta Diogo Costa se vistió de héroe y paró hasta tres lanzamientos en los penaltis, la suerte les abandonó. Por segundo partido consecutivo, el marcador con empate a cero obligaba a decidir todo desde los once metros. Y Francia no falló. Cinco de cinco lanzamientos dentro, por sólo tres de los portugueses tras el error de Joao Félix, que envió su balón al poste.

Al término del encuentro se produjo una imagen que quedará para la historia y que ya está entre las más emotivas de la competición. Pepe, a sus 41 años y Cristiano, a sus 39, se abrazaban al término de la tanda de penaltis. Compañeros de la selección desde hace más de quince años y excompañeros en el Real Madrid, los campeones de Europa en 2016 se fundían en un abrazo fraternal al tiempo que entendían que, para ellos, la última oportunidad de ganar un gran torneo con Portugal se había esfumado.

El defensa, después de firmar un torneo a la altura de los mejores centrales a pesar de su edad, lloraba desconsolado tras la eliminación en el hombro de su compañero. Pepe, tirando de valentía y coraje dónde las piernas y la velocidad ya no llegaban, fue uno de los pilares defensivos de Portugal durante toda la prórroga, para mantener la portería a cero ante una Francia poco inspirada pero de gran poderío físico. Se peleó con los Mbappé, Dembelé, Thuram y compañía durante 120 minutos, dejando varias intervenciones de mérito cuando ya parecía que había sido superado.

Por su parte, Cristiano Ronaldo no consigue marcar en un gran torneo con Portugal por primera vez desde la Eurocopa 2004. Nunca había fallado a su cita con el gol el delantero luso, pero en esta competición sus únicos goles llegaron en las dos tandas de penaltis que ha jugado Portugal, dónde no falló. Oblak evitó que 'CR7' viera puerta en el tiempo reglamentario de esta Eurocopa, también de penalti, al detener el lanzamiento del portugués para forzar la tanda de penaltis en el partido de octavos.

Por lo demás, el delantero del Al-Nassr termina la Eurocopa cuestionado por su nivel y por cuánto puede aportar a una selección de Portugal que juega a otro ritmo. Ni la velocidad ni la potencia que antaño le caracterizaron le han acompañado durante este torneo, dónde se le ha visto con dificultades para encarar, regatear y bregar el balón con los defensas más jóvenes. A sus 39 años y empeñado en seguir alargando su carrera, ha sido intocable para Roberto Martínez en esta Eurocopa, pero parece poco probable que pueda disputar otro gran torneo con Portugal, ya que llegaría al próximo Mundial con 41 años.