Liam Neeson: el rey de los mamporros
Liam Neeson vuelve a las pantallas con En tierra de santos y pecadores, un film en donde vuelve a interpretar a un tipo de personaje que en los últimos años se le da muy bien: el héroe veterano que detrás de sus canas y ojeras esconde a una bestia justiciera.
Lo de Liam Neeson es un caso singular. Muchos actores del cine de acción al llegar a cierta edad intentan reinventarse en el cine dramático, si pueden, o se quedan en el cine de bajo presupuesto. En cambio, Liam ha hecho lo contrario. Pasados los 55 años dio un volantazo a su carrera erigiéndose como una de las grandes estrellas del thriller de acción de este siglo. “Soy el tío más afortunado del planeta. Puedo seguir haciendo lo que me gusta. He hecho un centenar de películas hasta ahora y Hollywood me sigue enviando guiones en los que tengo que machacar a los malos”, dice.
A este mocetón de 1’93 de altura, 72 años y cara de buena persona le conocimos allá por 1981 como uno de los caballeros del rey Arturo en la película Excalibur. Títulos como La misión, Sospechoso o Darkman le fueron dando popularidad a lo largo de los años 80, pero fue en los 90 cuando llegó su consagración. Títulos como La Lista de Schindler y otras películas como Rob Roy o Michael Collins le hicieron una estrella. Con la llegada del siglo XXI fue abandonando el estatus de protagonista para convertirse en presencia de lujo en películas como La amenaza fantasma, Batman Begins, Love Actually, El reino de los cielos o Gangs of New York. O aprovechando su seductora, hacía de narrador en numerosos films dando vida a personajes como el león Aslan de la saga Narnia.
Pero en 2007 todo cambió radicalmente cuando cayó en sus manos un guion escrito por Luc Besson que el francés iba a producir. Se titulaba Venganza y era un thriller de acción, un género que el actor no había practicado mucho hasta entonces en su carrera. “Mi agente me envió el guion, aunque pensaba que no me aceptarían en una película así. Yo había sido boxeador de joven y había hecho varias películas en las que peleaba con espadas y otras armas y me encantaba la idea de trabajar con especialistas, rodar peleas y todo eso. Yo también creía que no era una película para mí hasta que conocí en el Festival de Shanghái a Luc Besson y le dije: he leído el guion de Venganza y me gustaría hacer esta película. Un par de semanas después me ofreció hacerla”, recuerda.
Lo que podía haber acabado como un policíaco convencional de bajo presupuesto terminó siendo un gran éxito comercial gracias al carisma del actor. “Por alguna razón creía que la gente no me vería creíble en el papel y la película iría directamente al mercado del video, pero la compró la Fox y se convirtió en un éxito. Luego hicimos una segunda parte, una tercera y Hollywood empezó a mandarme más y más guiones de acción”, confiesa el intérprete. Venganza contiene además una de las frases más repetidas del cine de este siglo, aquella con la que Liam sentencia a su enemigo. “Si suelta a mi hija ahora mismo todo quedará zanjado. No le buscaré ni le perseguiré, pero si no lo hace le buscaré, le encontraré y le mataré”, dice en el filme. Una frase que se ha convertido en el particular Alégrame el día del actor. “Cuando se estrenó la película mis hijos me pedían que grabara la frase para el contestador telefónico de sus amigos. Lo hice tantas veces que si hubiera cobrado cinco dólares a cada uno ahora sería rico”, asegura Neeson riendo.
Otro momento importante en la carrera como héroe de acción de Liam Neeson llegó en 2011 cuando conoció a Jaume Collet-Serra, un director español que ha desarrollado toda su carrera en los Estados Unidos. Sin identidad, en la que Liam daba vida a un doctor al que suplantaban su identidad, fue su primer trabajo juntos. “Uno de los elementos principales de la película era el reclamo comercial de Liam Neeson”, explicaba el director. “La gente tenía muchas ganas de volver a verle en una película de acción después de Venganza y la campaña de marketing en Estados Unidos vendió la película de esa manera, como diciendo: dos años después de Venganza vuelve Liam Neeson a pegarse en otra ciudad europea”. Después vendría Non-stop, sin escalas, cuya acción transcurría en un avión. En El pasajero, en cambio, la historia ocurría en un tren, dejándonos claro que no es recomendable coincidir con Liam Neeson en un medio de transporte. En total Liam Neeson y Jaume Collet-Serra han rodado hasta la fecha cuatro películas juntos. “Profesionalmente conectamos muy bien. Realmente confío en este hombre y él confía en mí. Es un director que consigue que la tensión siempre vaya en aumento”, reconoce Neeson. Además, trabajar con el actor norirlandés tiene sus ventajas. “Es muy bueno haciendo las escenas de acción. No hace falta tener un doble. Puedes ver su cara mientras lanza sus puñetazos o los recibe. No hay que esconder nada”, asegura el realizador.
Como decíamos antes, el actor fue boxeador de joven, llegando a ser campeón juvenil de los pesos pesados en Irlanda del Norte. Por eso le gusta interpretar él mismo las escenas de pelea. En cambio, los saltos, persecuciones en coche y demás escenas arriesgadas se las deja a los profesionales. “Soy como un niño en una juguetería cuando estoy con los especialistas y coreografían las escenas de acción para mí. Me encanta rodarlas. No hago las acrobacias ni las cosas peligrosas, pero las peleas sí. me gusta hacerlas”, admite. Aunque sigue participando también en películas de otros géneros, desde que rodó Venganza Liam Neeson ha rodado una veintena de thrillers de acción. Sus personajes suelen ser ex policías o ex agentes de la CIA, pero también antiguos mafiosos o asesinos a sueldo retirados en busca de redención. Liam mata y golpea a destajo, pero siguiendo unas reglas y siempre por un motivo. La venganza y la búsqueda de justicia son su motivación favorita. O proteger a su familia, como ocurría en Una noche para sobrevivir, película también de Jaume Collet-Serra. También suele mostrar cierto gusto por los escenarios helados. En Infierno blanco, una de sus mejores películas de acción y aventura, no se enfrentaba a los malos sino a una manada de lobos sanguinarios que le perseguían a él y a sus amigos por Alaska. En Venganza bajo cero daba vida a un conductor de quitanieves y en Ice road a un camionero experto en rutas de hielo.
Liam Neeson se ha convertido en un género en sí mismo. Como ocurría antes cuando decías “una de John Wayne” o “una de Bruce Lee”, todo el mundo sabe hoy en día lo que se va a encontrar cuando le dicen “vamos a ver una de Liam Neeson”: Películas de acción con protagonista maduro, o como algunos las llaman: películas de geri-acción. Pero mucho cuidado con llamar viejo al bueno de Liam si quieres conservar todos los dientes. Lo cierto es que estas películas tienen bastante éxito entre el público y el actor cree saber por qué. “Las películas de súper héroes están muy bien y Hollywood las hace con todos los medios de los que dispone para que sean fantásticas. Pero esta clase de thrillers que yo hago se basan más en la realidad. Están enraizadas en lo real y hacen que la gente se identifique más con ellos”, explica.
Hace solo un mes cumplió 72 años, pero el actor no tiene pensado ni mucho menos abandonar el género. La prueba es la película que acaba de estrenar, En tierra de santos y pecadores. Mientras el cuerpo aguante, él seguirá repartiendo leña. “Físicamente estoy bien. Estoy en buena forma. Me encanta la oportunidad de volver a hacer estos papeles. Es fantástico poder dar palizas a los malos y me pagan razonablemente bien por hacerlo”, concluye.
Antonio Martínez
Lleva más de 30 años en la SER hablando de cine...