Prueban que la leche de vaca transmite la gripe aviar a ratones, afecta a sus glándulas mamarias y llega a sus crías
Experimentos con estos animales avisan de que el virus que se ha encontrado en explotaciones bovinas en EEUU es "especialmente transmisible" y podría llegar a otros mamíferos y a las crías que amamantan
Madrid
"Para evaluar a fondo el riesgo que representa para los animales y los seres humanos la leche de vaca con gripe aviar altamente patógena (H5N1) inoculamos por vía oral 50 microlitros (µl) a ratones. Los animales mostraron signos de enfermedad desde el día 1, incluyendo pelaje erizado y letargo. Todos los animales sobrevivieron hasta el día 4, cuando fueron sacrificados para determinar que el virus estaba en múltiples órganos". Este es uno de los párrafos del estudio que, a finales de marzo de 2024, publicó un equipo de inmunólogos en The new journal of medicine.
Poco después, en mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) remarcó en un comunicado ,y con mucha preocupación, que se estaban produciendo muchos brotes de gripe aviar en granjas de vacas lecheras en Estados Unidos en sólo unas semanas.
El primero se confirmó precisamente en marzo en Texas tras notar sus propietarios "una caída muy importante en la producción de leche". El resto de sintomatología en las vacas era muy leve o casi indetectable. Era la primera vez que se documentaba el HPAI-H5N1 en bovinos. Ahora son, como mínimo, 70 explotaciones afectadas en hasta 12 estados diferentes.
Uno de los autores que publicaba aquel estudio en The New journal of medicine, el catedrático de virología Yoshihiro Kawaoka, ha repetido el experimento con dosis distintas de leche contaminada para "evaluar mejor el riesgo para la salud pública de esta situación".Su investigación , publicada en Nature, da más pistas sobre cómo se dispersa la enfermedad en mamíferos. Y una de las claves está en las glándulas mamarias de las madres.
Hallazgos Clave
El estudio empieza diciendo que "el virus que se ha encontrado (en vacas) tiene una alta patogenicidad y transmisibilidad". En las nuevas pruebas con ratones y hurones (a los que también se dio leche con el virus aviar-bovino en distintas dosis) ha podido comprobar que la enfermedad se contagia a estos mamíferos "en casi todos los casos" cuando se les administra este líquido:
- Algunos ratones inoculados con 25 µl (la dosis más alta) o 10 µl de leche mostraron una pérdida de peso sustancial.
- Un gran subgrupo de esta primera cohorte, a los que se dio la dosis más alta, murió con la infección. En estos ejemplares, se observaron cantidades elevadas del virus en las fosas nasales, en el cornete nasal, pulmón y cerebro.
- Sin embargo, en los ratones inoculados con 5 µl de leche, la enfermedad fue menos aparente y la replicación del virus en los tejidos respiratorios y cerebrales fue solo "esporádica en algunos de ellos".
- Los que tomaron sólo 1 µl de leche no se contagiaron en casi ningún caso.
El estudio se detiene en los ratones infectados y en las partes de su cuerpo que se vieron afectadas:
- El cerebro
- Los pulmones
- Las fosas nasales.
- Los tejidos musculares de una pierna
- Tejidos de la espalda en algunos de ellos.
- En un solo caso, se encontró el virus en un ojo de un ratón infectado.
Sin embargo, la clave de este estudio es que también encontraron el virus en sus glándulas mamarias.
Por eso, lo siguiente que hicieron es investigar si el virus H5N1 bovino podía transferirse de ratones infectados a sus crías lactantes -sus cachorros- o si lo hacía con los adultos con los que tenían contacto.
¿Transmiten los ratones el virus a sus crías por la leche materna?
Para responder a esta pregunta colocaron en un mismo lugar a hembras lactantes, a sus crías, y a otro grupo de adultos de control que no tenían el virus ni tomaban leche materna de las hembras.
Entre cinco y siete días después del parto, las hembras lactantes fueron inoculadas por vía intranasal con el H5N1 vacuno y, a continuación, se las colocó con sus crías. Junto a ellas, el grupo de control.
En el estudio de este grupo, en el día 4 post-infección, 5 de 6 hembras lactantes mostraron "replicación del virus en los tejidos respiratorios", pero no se detectó en el cerebro o las glándulas mamarias. En ese momento, ninguno de los 25 cachorros (distribuidos en 5 camadas) tenía el virus en cerebro, pulmón ni en los intestinos.
A partir del día 7 post-infección, 9 hembras lactantes mostraron mayores cargas de virus en pulmón y cornete nasal, y 3 también tenían virus en el cerebro y en sus glándulas mamarias. De los 24 cachorros, 4 de ellos se infectaron (3 de ellos eran de una hembra que tenía el virus en el cerebro y la glándula mamaria) Sin embargo, no se detectó virus en ninguno de los adultos de control.
En el día 9 post-infección, se detectó el virus en los tejidos respiratorios y el cerebro de "todas las hembras lactantes". También estaba en las glándulas mamarias o en la leche de 3 de las 6 hembras lactantes. En este momento, 11 cachorros ya estaban infectados, es decir, 4 de 6 camadas tenían, al menos, 1 cachorro infectado. Los animales adultos en contacto seguían sin haberse contagiado.
Conclusión y Recomendaciones
La conclusión es que el H5N1 bovino puede transmitirse de las hembras lactantes a sus crías, pero no a los animales adultos con los que tienen contacto directo. Todo apunta, dice el estudio, a "que la transmisión vertical de madre a cría se produjo a través de la leche". El estudio insiste: la propagación de HPAI-H5N1 en ganado bovino y su capacidad para infectar a humanos y otros mamíferos plantea "un riesgo significativo para la salud pública".
Los investigadores piden una vigilancia mucho más estricta y medidas de bioseguridad sobre las explotaciones ganaderas. El autor habla de que serían medidas de control "para prevenir una posible pandemia".
Javier Ruiz Martínez
Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación en la SER. Trabajo en el mejor trabajo del mundo:...