"No conviene olvidar la realidad": Luis García Montero repara en la otra cara tras las elecciones en Francia

Madrid

Julio ha empezado bien, pero la vida sigue con agosto, septiembre, y el otoño y el invierno que vendrán. Los demócratas hemos celebrado con alivio el fracaso de la extrema derecha en Francia. Pero es un fracaso respecto a sus ambiciones, así que no conviene olvidar la realidad que supone el ascenso de sus escaños.

Después de champán, conviene meditar. ¿Cómo debe responder la democracia social a corto, medio y largo plazo? A corto plazo está muy bien que los demócratas europeos sepan unirse ante los autoritarismos nacionalistas. Vamos a mirarnos con respeto. A medio plazo hay que pensar en una política que evite los avances del odio, el racismo y el desprecio a los servicios sociales del Estado.

Conviene demostrar que la función del Estado no es reprimir, ni desamparar a la gente en favor de las grandes fortunas, sino favorecer la convivencia libre en condiciones de igualdad y fraternidad.

Sería bueno que el miedo a la extrema derecha no sirviera para acercarnos a las políticas de Macron. Parece más sensato comprender que algunas políticas de Macron deben cambiarse para que el descontento social no alimente la atmósfera de intemperie, el cultivo de las mentiras que la extrema derecha repite. Evitemos que los buques militares disparen misiles contra las pateras.