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Pepe Viyuela: "El humor siempre se vuelve contra aquello que le ataca"

Pepe Viyuela estrena en Almagro 'Guitón Onofre (El pícaro perdido)', una de las primeras novelas picarescas del Siglo de Oro. Conversamos con el actor riojano de los clásicos, del clown, del humor frente a la censura y de por qué hacer del compromiso político bandera

Entrevista | Pepe Viyuela: "El humor siempre se vuelve contra aquello que le ataca"

Cuenta Pepe Viyuela que está viviendo un momento muy dulce, "estoy muy cerca de hacer todo lo que quiero, estoy en proyectos que me gustan mucho". Entre ellos, Guitón Onofre (El pícaro perdido) que estrena en Almagro, con dirección de Luis D'Ors, una de las primeras novelas picarescas del Siglo de Oro. Un proyecto en el que se embarcó animado por ser una obra que apenas se había representado y porque el autor también es riojano, "me pareció que era una forma de reivindicar con el teatro una novela y un género como la picaresca, hay muy poca gente que la conozca después del Lazarillo y de Guzmán de Alfarache".

Ha sido una adaptación compleja, que ha necesitado tiempo, teniendo en cuenta que había que convertir la novela en texto teatral, "ha sido complicado", reconoce Viyuela, porque "la novela es narrativa y el teatro es acción. Muchas veces la narrativa dentro del teatro aburre. Hay que tener en cuenta que todavía no se ha estrenado, veremos si funciona o no. Es complicado en la medida en la que estás jugando con un material que es patrimonio y que tienes que tratar desde otro punto de vista para que guste pero que no desvirtúe".

Guitón Onofre cuenta las aventuras de un joven pícaro, que nos habla de la decadencia moral y del cinismo estructural de la sociedad que nos hace de espejo para enseñarnos que no hemos cambiado tanto, "es perfectamente actual, cuando habla por ejemplo de la corrupción o del hambre. Quizá en este lugar en el que nos encontramos y en este momento no se pueda hablar de hambre pero el mundo es un lugar en el que se pasa hambre y si lo utilizamos como metáfora también hay muchas personas que tienen hambre de cosas que no pueden conseguir, algunas que son derechos, como la vivienda". Guitón plantea una reflexión, explica Viyuela, de hasta qué punto nos podemos sentir o no identificados con él, de cómo la precariedad nos puede arrastrar hasta la delincuencia, "uno puede pensar que quien la hace la paga, pero no es lo mismo pagar por haber defraudado montones de millones o por haber robado un bocadillo".

Siempre ligado a los clásicos Pepe Viyuela asegura que en ellos está todo, un tópico muy repetido pero es que "ya pasaron por donde nosotros estamos pasando, la esencia del ser humano no ha cambiado desde que salimos de la caverna y tienen muchas cosas que contarnos. Y lo hacen muy bien porque vivían en un tiempo muy reposado en el que la reflexión y la capacidad de expresarse no era a través de Twitter". Viyuela que lleva años participando en festivales de teatro clásico cree que van mucho más allá de la expresión teatral, que tienen que ver con las relaciones humanas, "que la gente peregrine a Almagro o Mérida indica interés por el arte, la literatura o el teatro, pero también por reunirse y por hacer de la cultura una fiesta".

A pesar de su vinculación con los clásicos Viyuela nunca ha dejado de lado el clown, "el payaso es el personaje al que más le debo y no sólo desde el punto de vista profesional. Lo encontré por casualidad como creo que se encuentran las grandes cosas, sin esperarlo". Viyuela creó un personaje propio que como recuerda es el que más veces ha interpretado en su vida y que nace de su interior. "Nace de mi experiencia personal y ha evolucionado de la misma manera que lo he hecho yo, madurando, acumulando experiencia, cansancio y me ha hecho llegar a la conclusión de que la vejez tiene un valor añadido. Todo lo viejo en esta sociedad en la que vivimos se tiende a arrumbar y considerar menor. La salud, la rapidez, la fuerza, todos esos valores de la juventud se van cambiando por el reposo, la calma, la comprensión y el payaso me ha enseñado todas esas cosas".

Viyuela acaba de publicar Mil novecientos setenta sombreros, con la editorial Pepitas de Calabaza, un texto a caballo entre el teatro y el circo, que rescata la historia del Price junto a su directora artística Aránzazu Riosalido, "lo escribimos en pandemia, era un proyecto que nace de ella con la idea de utilizar el Price desaparecido en los años 70 y el que después renace en la Ronda de Valencia. Nos parecía una bonita metáfora, un ave Fénix que se extingue y que después vuelve a aparecer. El circo perdurará como el teatro, aunque parezca que siempre está en crisis está en continua renovación".

'Guitón Onofre'. Festival de Teatro Clásico de Almagro

'Guitón Onofre'. Festival de Teatro Clásico de Almagro

Antes estudiante de filosofía que actor, conocimos a Pepe Viyuela como cómico antes que como actor de drama, le preguntamos si siente que el humor esté más limitado por la actual corrección política, y no quiere ser pesimista, "creo que las circunstancias han cambiado pero la capacidad regeneradora que tiene el humor hace que en las situaciones más complicadas se fortalezca. Cuando más difícil era hacer humor si nos remontamos a la dictadura cuando había una censura brutal se hacía un humor más vibrante pero ahora mismo esta forma que tenemos de referirnos a la propia autocensura a la que nos sometemos puede hacer más fuerte al humor. El humor siempre se vuelve contra aquello que le ataca". Sobre la actual situación de censura en ayuntamientos gobernados por la derecha y la extrema derecha, Viyuela lo tiene claro "la censura tiene la partida perdida siempre porque hay cosas que no se pueden reprimir y cuanto más bruto seas la respuesta será más ingeniosa, más sorprendente. Creo que el cómico, el bufón, el payaso no se pueden estar quietos y nadie va a poder acabar con ellos".

Pendiente de estreno sus últimos proyectos, en cine 'La virgen roja' de Patricia Ortiz sobre la vida de Hildegart Rodríguez y la serie 'La vida breve', la historia del poco conocido Luis I, para Viyuela ha sido un final de temporada complicado tras su salida de la obra de Ramón Paso, al que investiga un juzgado de Madrid por presuntas agresiones sexuales a varias actrices. Viyuela sostuvo en todo momento que su intención no era la de cancelar a nadie pero creía que era la única respuesta que podía dar a lo que estaba pasando y se reafirma. "Sigo pensando que no podía hacer otra cosa. No podía desoír la voz de tantas personas que estaban diciendo algo. Yo no sabía nada pero sí puedo decir cosas que había visto que no tenían que ver con nada sexual. Notaba que había un endiosamiento, y una autoridad extraña, sometimiento, sumisión y cuando saltó la noticia empezaron a encajar las piezas". Y qué solución se puede buscar en una profesión en la que la precariedad y la intermitencia le hacen a uno tan vulnerable. "Hay que sentar las bases para que no cueste tanto hablar. Hay que ayudar a las personas que se sientan acosadas para que no haya miedo a decir".

Pepe Viyuela no se expone en redes sociales pero nunca ha escondido ni sus opiniones ni su compromiso político con causas como la del pueblo palestino, criticando como hizo hace unas semanas a Isabel Díaz Ayuso por su palabras contra el Gobierno por el reconocimiento del estado palestino. "Es bueno expresarse porque puedes estar equivocado. Yo no hablo desde la verdad sino desde la opinión. Y cuando alguien viene y me contraargumenta y entiendo que no llevo razón intento reconocerlo. La sociedad se hace más libre cuanto más se exprese la pluralidad. Todos tenemos derecho a hacerlo".