Dos semanas de presidencia húngara de la UE: viajes 3.0, llamadas al orden y un boicot premeditado

Bruselas

Dos semanas de presidencia húngara de la UE: dos semanas de provocaciones e incomodidad en las Instituciones, y cuatro fotografías. Viktor Orbán, cuyo lema para la presidencia del Consejo de la UE ya se entendió como una provocación (Make Europe Great Again), se ha reunido con Putin, siendo el primer mandatario europeo que se reúne con el presidente en territorio ruso desde que empezó la guerra.

El presidente húngaro lo llama Misión de Paz 3.0. La visita a Putin forma parte de una agenda que la presidencia húngara ha bautizado como "misión de paz" y que para Bruselas no representa a la UE porque no tiene ningún mandato para ello.

Sin embargo, Budapest está utilizando el escaparate de la presidencia de la UE para desplegar una agenda en política exterior que desafía la que practica Bruselas, como no dialogar con Putin.

"Ha hecho mucho daño a la UE"

En las primeras reuniones de la presidencia, la mayoría de países han enviado a funcionarios o secretarios de estado en lugar de a sus ministros, lo que para algunos en Bruselas se ha interpretado como una suerte de protesta contra Orbán. "Llevamos doce días de presidencia húngara y ya ha hecho mucho daño a la UE", ha dicho este viernes el portavoz de la ministra de exteriores alemana.

Hay gestos que podrían interpretarse como la manifestación efectiva de ese malestar, en todos los niveles. Por ejemplo, en el Parlamento. Es habitual que quien asume la presidencia expone su programa en un pleno en Estrasburgo. Aún así, la Conferencia de Presidentes del Parlamento ha excluido una intervención del presidente húngaro la próxima semana porque alegan que no hay espacio en la agenda, a pesar de que Orban había manifestado su voluntad de hacerlo este martes, un día antes de la votación de Von der Leyen.