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Sociedad

El fugaz paso de los Beatles por España

Treinta minutos de música, una plaza medio vacía y una prensa que desmereció al grupo a merced del gobierno franquista

45 RPM | Love Me Do y el paso de los Beatles por España

Madrid

Los Beatles visitaron una única vez España, un verano de 1965, dos plazas de toros, Las Ventas y el Monumental, unos fanes que no pudieron entrar y unos "grises" que sí pudieron presenciarlo.

Rosa Montero y Miguel Ríos fueron testigos de esta atracción en una España donde los Beatles sólo habían vendido 3.500 discos. Una cifra escasa que aún así supera al número de tocadiscos censados de la época, 1500. Más de la mitad de los discos comprados no tenían lugar donde ser escuchados.

El gobierno no estaba de acuerdo con la presencia de estos cuatro "melenudos" y "degenerados". El NODO informaba así de su paso por España: "la actuación musical está anunciada en la plaza de toros donde salta a la vista que no hay un lleno."

Paul McCartney años después dijo que los verdaderos fanes se quedaron fuera, que dentro estaban los ricos. Unos fanes que no solo se quedaron sin ver a uno de los mejores grupos de la historia, sino que tuvieron que sufrir la carga de los "grises", los policías del Franquismo. Los que sí consiguieron entrar tampoco se salvaron de esta visita. Rosa Montero recuerda al volver del concierto "ver una barra de grises que cargaron sin ningún tipo de provocación."

El gobierno los trataba como unos rebeldes, y no les faltaba razón. La escritora y periodista nos cuenta que su presencia significaba una "ruptura social", con un mensaje revolucionario para la España de los 60 "este mundo no nos gusta nada y vamos a inventar uno nuevo."

Los Beatles se presentaron impolutos en la plaza, con unos trajes y, sobre todo, unos pelos que captaron la atención de los españoles. Miguel Ríos nos dibuja una imagen en la cabeza, un aspirante a torero en la puerta de la plaza que decía "si me dais una oportunidad yo pelo a los Beatles."

Un concierto que no duró más de 30 minutos, presentado por Torrebruno y, en Las Ventas, con el sonido de la megafonía de la propia plaza. Esta fue la única vez que España tuvo la oportunidad de disfrutar de estos ingleses que revolucionaron la música.