El PP gobernará en minoría en los ejecutivos autonómicos tras la ruptura de Vox y Abascal avisa de que le exigirá regular la inmigración

Madrid

El PP ha dado portazo a la ruptura de Vox con los cinco gobiernos que formaban en coalición (Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia y Extremadura) y ha optado por echar la vista adelante y centrarse en la formación de los nuevos ejecutivos sin la ultraderecha. No obstante, los populares son conscientes de que tendrán que negociar y llegar a acuerdos si quieren sostener sus gobiernos en minoría. Se abre un tiempo de gobernabilidad más debilitada y son tres parlamentos los que resisten, el balear, el valenciano y el castellano leonés, que seguirán presididos por la extrema derecha.

El presidente aragonés, Jorge Azcón, ha hecho oficial la remodelación del ejecutivo autonómico y ha asegurado que gobernará en minoría. Asimismo, el presidente de Murcia, Fernando López Miras, ha rechazado convocar elecciones y negociará apoyos para continuar en el Gobierno murciano.

En Valencia también ha habido una remodelación del Ejecutivo, encabezado por Carlos Mazón, y después de que los cuatro vicepresidentes de Vox se despidieran este viernes, el valenciano Vicente Barrera, ha esperado hasta este sábado para romper su silencio y despedirse del Gobierno valenciano.

En Castilla y León los sindicatos tienen la esperanza de que se recupere el diálogo social porque ahora las carteras de Industria, Comercio y Empleo ya no van a estar en manos de la ultraderecha. Sin embargo, Abascal tendrá que lidiar con los dos políticos díscolos, que han preferido mantener su cargo, desobedeciendo las directrices del partido. El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, se queda como independiente y en Extremadura, Ignacio Higuero seguirá siendo consejero de Gestión Forestal, al margen de Vox.

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El mapa de las dimisiones y la disidencia en Vox tras la ruptura de todos los acuerdos con el PP

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¿Cómo afecta la ruptura a las relaciones entre Abascal y Feijóo?

Abascal y Feijóo están condenados a entenderse a pesar de que hayan partido peras en los gobiernos autonómicos. Si el PP quiere retener los ejecutivos en minoría, tendrá que negociar las políticas con Vox y llegar a acuerdos programáticos. El líder de ultraderecha sabe que tiene la llave y no se lo va a poner fácil al presidente de los 'populares'. De hecho, ya ha advertido este sábado de que si Feijóo quiere sus votos para gobernar, le exigirá "un plan de deportaciones para que los niños vuelvan con sus padres y los ilegales vuelvan a sus países".

"Alguno habrá que no va a haber manera de localizarlo o que no sabemos de qué país es, pero otros muchos sí. Lo que vamos a exigir es iniciar un plan de deportaciones para que los niños vuelvan con sus padres, para que los ilegales vuelvan a sus países. Y vamos a exigir que la inmigración en España empiece a ser regulada y ordenada", ha señalado.

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Las relaciones entre ambos líderes llevan meses estancadas. Abascal ha confirmado que lleva tiempo sin hablar con Feijóo y que la última noticia que el presidente del PP tiene de él "es una carta que le envié proponiéndole un encuentro para coordinar nuestra oposición a un Gobierno envuelto en la corrupción y el golpe a la Constitución", pero no obtuvo respuesta.

Abascal no se lo pondrá fácil al PP y Feijóo acusa a Vox de imponer chantajes

La crisis política en los ejecutivos autonómicos evidencian un viraje de ambas fuerzas, el PP intentando regresar al centro político, mientras que Vox intenta alejarse a posiciones más radicales, poniendo en el foco el discurso de la inmigración. Asimismo, Abascal acusa a Feijóo de que buscar un "acuerdo de tapadillo" en las cinco comunidades en las que gobernaban en coalición para que no le perjudicara a PP en las pasadas elecciones del 23 de julio y en próximos comicios.

"Feijóo desde el principio trató de impedir esos pactos y en cuanto ha podido, los ha boicoteado. Han durado un año y los ha boicoteado Feijóo. No tengo ninguna duda. Hizo todo lo posible por impedirlos. Feijóo pretendía llegar a un acuerdo de tapadillo, que le diéramos los gobiernos, que fuéramos a las elecciones en secreto y después ya llegábamos a un pacto. Yo no puedo aceptar eso", ha denunciado.

Feijóo, por su parte, ha acusado al líder de Vox de imponer chantajes y mirar por su interés personal. Le ha recriminado que, con la ruptura, ha dado un "nuevo capote" al Gobierno para no dar cuenta de sus presuntos casos de corrupción. Sobre la crisis migratoria que atraviesa Canarias, Feijóo ha expresado su "solidaridad" y ha avisado a Vox, que "allá ellos si quieren hacer oposición de la oposición con esta deriva".

"Allá quien quiera comportarse como el independentismo haciendo chantajes a la nación. Allá quien quiera montar espectáculos de inmadurez como si fueran de Sumar o de Podemos. Allá quien solo piense en su interés personal como si fuera Sánchez. Allá ellos. Yo tengo muy claro que no soy Pedro Sánchez", ha dicho Feijóo en la clausura del XIX Congreso Provincial Extraordinario del PP de Ourense.

El PSOE pide a Feijóo que se aleje de políticas ultras

Desde el PSOE, celebran la ruptura entre ambas formaciones, aunque lamentan que "nunca se debería haber abierto la puerta de la democracia desde nuestras instituciones a la ultraderecha". La portavoz socialista, Esther Peña, ha hecho hincapié en que a pesar de que Vox no forme parte de los ejecutivos autonómicos, "los ultras siguen en los gobiernos". "Es Vox el que ha salido de ellos, porque el Partido Popular sigue acogiendo a la ultraderecha en su seno. Por eso, si uno no quiere ser ultra o no quiere parecerlo, hay que demostrarlo con hechos", ha señalado.

"Señor Feijóo, reforme la ley de extranjería para que todos aquellos niños y niñas que hoy se encuentran en Canarias después de un largo sufrimiento puedan ser acogidos en las diferentes comunidades. Esta sería la gran prueba para demostrar que ha aprendido algo del matrimonio fallido con Vox. Con los ultras, ni se pacta ni se gobierna", ha subrayado, en unas declaraciones grabadas desde Burgos.