Una familia británica alerta a los extranjeros de que no se muden a España: "El sueño se convirtió en pesadilla"
La familia vivió durante un año en Mijas antes de regresar a Reino Unido
Ya sea por las movilizaciones contra el turismo masivo de los últimos meses o la reciente victoria de España en la Eurocopa en una final de infarto ante Inglaterra, está claro que Reino Unido tiene enfilada a España. Ahora una familia británica que se mudó a nuestro país con el objetivo de cumplir un sueño, ha regresado a su país y ha confesado que la experiencia de vivir en España "no es todo lo que parece ser".
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Janie Garner, su marido Leighton Garner y sus dos hijos mellizos de 11 años hicieron las maletas el año pasado para dejar atrás su casa en Wymondham, en Norfolk, para empezar una nueva vida en Mijas, Málaga. Sin embargo, lo que parecía un sueño cumplido para la familia, que les permitía abandonar el estrés del día a día, su realidad acabó siendo otra diferente debido a diversos motivos entre los que se encuentran el Brexit o el estado de las viviendas.
"No es para nosotros"
"En teoría, dejar el Reino Unido para vivir en España suena encantador y es el máximo sueño", cuenta Janie en declaraciones al diario británico 'i'. "Pero en realidad no es tan sencillo y en el año que vivimos allí nos dimos cuenta de que para nosotros España son unas vacaciones, pero no para vivir." La familia ya había visitado Mijas en múltiples ocasiones por ocio, pero la vida rutinaria allí no les causó la misma buena impresión.
"Quiero advertir a la gente que no se venda y ponga todos sus huevos en la misma cesta mudándose a España, solo para darse cuenta demasiado tarde de que han cometido un error", sentencia con contundencia Janie, que afirma estar contenta de haber ido a probarlo antes de mudarse allí de manera definitiva. Tras la experiencia se dieron cuenta de que "vivir en España no es para nosotros". La familia británica aún poseía su vivienda en Reino Unido, por lo que pudieron regresar a su país sin demasiadas complicaciones.
"Un lugar feliz"
Janie y su marido compraron un apartamento vacacional en Mijas en julio de 2022, por lo que conocían la zona, a la que se referían como "un lugar feliz". Cuando tomaron la decisión de mudarse a España, primero se trasladaron a su piso de forma temporal, pero al darse cuenta de que este se quedaba pequeño para ellos, sus dos hijos y sus dos perros, decidieron alquilar un alojamiento más grande.
La familia escogió una villa de cinco habitaciones, con piscina y vistas espectaculares, con la idea de comprarla en un par de años. Pero la estancia acabó no siendo lo que esperaban. "Nos mudamos a la villa en diciembre y pensamos que era la respuesta para hacernos felices en España. Pero desde el momento en que cerramos la puerta de la villa, todo se sintió totalmente mal y mi esposo y yo simplemente nos miramos y lloramos pensando: '¿Qué hemos hecho?'", dijo Janie.
Janie explica al diario británico que tuvieron una serie de percances cuando se mudaron a la villa española, como problemas con la fontanería y la electricidad. Con el bloqueo de una tubería, descubrieron que la vivienda estaba ubicada sobre un tanque séptico. "En España hay muchos trabajos dudosos y todo se hace sobre la premisa de 'arreglárselas'", cuenta Janie. "Era necesario derribar y reconstruir toda la villa."
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Entre tanto, la familia estaba tan convencida de que su futuro estaba en España que pusieron a la venta su vivienda de cinco habitaciones en Norfolk para comprar una nueva casa en su lugar de destino. Encontraron un comprador, que estaba dispuesto hasta quedarse con sus muebles, pero en el último minuto se echó atrás.
Además, Janie aclara que, una vez allí, también tuvieron problemas para conseguir el permiso de residencia para su marido. Janie es originaria de Alemania, por lo que tanto ella como sus hijos no tuvieron problema al disponer de pasaporte alemán. Sin embargo, tras el Brexit, su marido Leighton tuvo que pasar por muchos trámites burocráticos, lo que finalmente les convenció de que habían "tenido suficiente".
"Todo el proceso se estaba volviendo ridículo y nos sentíamos como ciudadanos de segunda clase", dijo. "Aunque veníamos a España y dábamos nuestro dinero y nuestro sustento, nos hicieron sentir como una carga y fue muy irrespetuoso. Hay muchísima gente que no se da cuenta de lo que ha provocado el Brexit."
"Creo que confundimos ese sentimiento y pensamos que necesitábamos ir a vivir a España porque somos muy felices allí y todo es mucho mejor y más lento, pero cuando realmente vives aquí, es una situación completamente diferente", sentencia la británica.
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