"Mis compañeros lloraban y yo también": los sanitarios alertan sobre la "crisis humanitaria" migratoria que vive Canarias

Madrid

Un mensaje de auxilio viene desde la pequeña isla de El Hierro en Canarias. "SOS. Soy médico de urgencias en la isla de El Hierro. Hoy he llegado a la guardia y mis compañeros llorando. Pues me he puesto a trabajar y al final he acabado llorando yo. Señores políticos, déjense de chorradas. Esto es una crisis humanitaria y está en Canarias". Éstas eran las palabras que Inmaculada Mora, médico de urgencias en el Hospital Insular Nuestra Señora de los Reyes en la isla de El Hierro, escribía en X como grito de auxilio.

Una situación insostenible que sale adelante

El Hierro es la isla menos poblada de Canarias, con poco más de 11.000 habitantes, y se ha convertido en el principal punto de llegada de migrantes de toda la UE. Desde el Hospital Insular Nuestra Señora de los Reyes, los sanitarios hacen un llamamiento contra el odio y el desprecio hacia los inmigrantes.

Luis González, director y médico de urgencias del Hospital Insular Nuestra Señora de los Reyes de El Hierro, ha asegurado en La Ventana que "ser médico en esta situación es algo que supera a cualquier profesional". El Hospital Insular Nuestra Señora de los Reyes es el segundo más pequeño de España y está haciendo frente a una ola masiva de inmigración. Nico Castellano, periodista de la SER experto en migración, ha aportado los datos: un total de 19.793 personas este 2024, un 160% más que el año pasado a estas alturas.

A pesar del panorama, González ha afirmado que el centro cuenta con los recursos necesarios para atender a cualquier migrante y a cualquier residente, haciendo énfasis en esto último para cercenar de raíz cualquier discurso infundado en el odio y el desconocimiento.

Historias reales con rostro y nombre

Inmaculada Mora relata cómo cada patera trae sus propias historias cada vez más desgarradoras y la carga emocional y anímica que ello supone para el personal. "Me llama la atención y me indigna cuando se habla de ellos como números cuando los tratamos como personas y nos dejamos la piel por intentar salvarlos." Añade que "son personas que tienen historias y ves cómo en los medios se habla de ellos de una manera muy deshumanizada".

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"Me gusta hablar con las mujeres", afirma a la par que cuenta una de las historias que les he llegado a través de ellas. Una chica que tuvo que irse de Ghana porque en las revueltas de su país estaba amenazada de muerte; una señora que huye del maltrato de su marido; una niña de 6 años que se queda huérfana y su tía no encuentra la manera de mantenerla... "Existe una larguísima cantidad de historias", asegura.

La sanitaria se centra especialmente en una experiencia que vivió de primera mano y que sirve de ejemplo para el objetivo que los médicos de El Hierro tienen con la inmigración y su inclusión en la sociedad: "Hace 10 años traje a una niña de Guinea-Bissau a mi casa. En septiembre irá a la Universidad de Toledo con el primer puesto en su grado. No me ha robado ni agredido, ni yo la he educado porque educación le sobraba, se la dieron sus padres guineanos".

En su hilo de X añadía: "No puede ser que se esté fomentando el odio a las víctimas de los negreros. Son personas migrantes, exactamente igual que lo fueron nuestros abuelos, padres, hermanos e hijos en la actualidad".

El objetivo a futuro

Luis González expone que el presupuesto de su hospital está limitado y diseñado en función de sus infraestructuras y habitantes en la isla, pero esto no frena el espíritu humanitario del centro y sus profesionales. Afirma contundentemente que "no escatimarán en vidas" y que el dinero siempre irá en un segundo plano respecto a la propia vida de los pacientes. A pesar de ser el segundo hospital más pequeño de España, en El Hierro están dotados de material y ganas. No se pone ninguna pega por el dinero y el capital humano actúa de manera voluntaria y sin descanso para salvar vidas a diario.

Nico Castellano explica que El Hierro es la última oportunidad para muchos inmigrantes cuyas embarcaciones desaparecen en el mar tras no encontrar la isla, y lanza una reflexión final con miras al futuro de nuestro país: "¿Cómo hacemos para que no se vea la inmigración como una amenaza, sino como una cuestión de humanidad?".