Rosa Montero no puede ser más dura con los que dicen que la España de los ochenta era mejor: "No sé cómo la gente no aprende"

Madrid

Rosa Montero recuerda bien cómo era España en los años ochenta y por eso se opone frontalmente a aquellos que aseguran que todo era mucho mejor entonces. La periodista y escritora ha aprovechado su paso por En clave de Rhodes, el programa de entrevistas de James Rhodes en la SER, para desmontar de forma contundente esa idea nostálgica.

"Aquella España era brutal y paupérrima", ha asegurado Montero, antes de ofrecer una serie de ejemplos ilustrativos. "Era una España sin desarrollo democrático, no había ningún tipo de derechos. Para que te hagas una idea, hasta mediados de los años 80 en España no había plena escolarización. O sea que si tú tenías un hijo o una hija y no tenías dinero para pagarle una escuela privada, pues a lo mejor no encontrabas escolarización y se quedaba sin estudiar. Era tremenda", ha recordado.

Montero vivió aquella España y escribió de aquella España. Ahí están sus crónicas sobre el Nani, un juicio muy importante para la democracia española "porque fue en 1988 y fue la primera vez que se sentó en el banquillo, se juzgó y se condenó a una mafia policial espeluznante, que venía de las cloacas del franquismo ya que era un comisario y varios inspectores, que habían montado una serie de robos a joyerías con bandas organizadas de ladrones y luego mataban a los ladrones".

Esas crónicas, y otros textos que la periodista publicó en prensa durante aquella década, han quedado recopilados en el libro Cuentos verdaderos, donde también es muy evidente el peso de la amenaza del terrorismo: "Era una España con ETA asesinando a 80 personas al año, con la extrema derecha asesinando también a montones. Nos ponían amenazas de bomba todo el día y nos desalojaban. Un día nos estalló una bomba en el periódico y mató a un chaval de 19 años y destripó a otros dos trabajadores de El País".

"Era una España terrible, hemos mejorado muchísimo", ha aseverado Montero. "Pero aún así hay mucha gente diciendo que esa época era mucho mejor", le ha planteado Rhodes. Ella ha señalado entonces que eso se debe a que la gente se engaña a sí misma. "Esto es una de las grandes falacias emocionales, y no sé cómo la gente no aprende, porque cada generación lo cumple", ha comentado.

"Confunden la añoranza por el brillo de la propia juventud con el brillo de la vida. Pero es que la juventud arde en sí misma y esas llamas que recuerdas eran de tu juventud, no eran de la época. Hay pintadas de hace 4000 años en las Pirámides de Egipto, grafitis de la época diciendo 'esta juventud se ha perdido, vamos al desastre'", ha argumentado.