Paul Kagame, el Napoleón africano, gana las elecciones en Ruanda tras silenciar a la oposición

Madrid

Hace 30 años Ruanda vivió uno de los episodios más tristes de su historia. El enfrentamiento entre hutus y tutsis, que derivó en un genocidio en el que murieron 800.000 tutsis y hutus moderados. Muchos fallecieron a machetazos en un momento de la historia en el que se producían 50 asesinatos cada diez minutos.

Una matanza y un país fragmentado donde todo quedó destruido y donde Paul Kagame, un militar que entró en la capital Kigali con una columna de combatientes, logró derrocar al Gobierno extremista hutu, que permitió y orquestó uno de los peores genocidios de a historia reciente. Tras la caída de ese gobierno, Kagame juró su cargo como ministro de defensa y vicepresidente de Ruanda.

Nacido en 1957 en el seno de una familia acomodada en el centro de Ruanda, era el menor de cinco hermanos. Pero, con apenas dos años, se convirtió en refugiado en la vecina Uganda, huyendo de la persecución de finales de la década de 1950 con su familia y miles de personas de la minoría tutsi. Se formó en inteligencia militar en Uganda y se unió a la exitosa rebelión en ese país liderada por Yoweri Museveni, que lo llevó al poder en 1986. Además, Kagame se formó en Tanzania, Cuba y Estados Unidos.

Ahora, con 66 años, este hombre enjuto de etnia tutsi ha conseguido, en todos estos años desde el genocidio, recuperar y gobernar un país que quedó totalmente destrozado. Lo ha hecho con rigor y Ruanda es, según la ONU, el país que más ha crecido en desarrollo humano. Los jóvenes de hoy en día rechazan las divisiones étnicas de hutus o tutsis, valoran el crecimiento económico que han traído sus políticas, pero no cabe duda de que se está pagando un precio muy alto en cuanto a libertades políticas.

No hay abanico político donde se puedan mover grupos opositores al suyo, de hecho, en estas elecciones en las que se ha refrendado para un nuevo mandato haya conseguido el 99% de los votos, no dio permiso electoral a ningún grupo opositor con lo que no han podido participar en la carrera electoral. "Hay quienes piensan que el 100% no es democracia", dijo Kagame a miles de partidarios en un mitin de campaña en el oeste de Ruanda el mes pasado. En otros lugares, dice el presidente, hay mandatarios que han sido elegidos con el 15% de los votos, ¿eso es una verdadera democracia?, ¿cómo es posible?

Su poderosa red de espías habría llevado a cabo una serie de asesinatos y secuestros transfronterizos. Se alega que incluso han atacado a su propio exjefe, el jefe de inteligencia y coronel Patrick Karegeya, quien huyó de Ruanda después de pelearse con Kagame. Fue asesinado en 2014 en su suite de un hotel de lujo en la principal ciudad de Sudáfrica, Johannesburgo.

En estas elecciones ha vuelto a declarar el 90% de los votos emitidos a su favor, pero solo participaban en la papeleta un pequeño partido verde y otro liberal que apenas aglutinan el 1% de los votos. La comisión electoral de Ruanda dice en su sitio web que lleva a cabo "elecciones libres, justas y transparentes para promover la democracia y el buen gobierno en Ruanda".