Von der Leyen busca su reelección en una votación ajustada donde un guiño a la extrema derecha podría descarrilar el resto de apoyos

Estrasburgo

Hay dos planos para entender por qué, a pesar de que los números salen, sería arriesgado asegurar a esta hora que la ratificación de Von der Layen va a ser un camino de rosas. Se trata de diferenciar el plano de los números y el de la aritmética parlamentaria: porque es verdad que los votos de su propio grupo, de los populares, más el de socialistas y liberales suman 401 votos, cuando la mayoría está en 361. Es decir, la reelección estaría asegurada.

Pero en esta votación entra en juego un factor clave, que no es baladí: la votación es secreta. Y eso explica por qué a pesar de que socialistas y liberales estarían dispuestos a apoyarla, nadie en privado reconoce que ese apoyo en bloque esté garantizado, porque al final cada delegación tiene su sensibilidad y sus intereses y no a todos convence la candidatura de la alemana.

No convence ni siquiera en su propio grupo, donde se espera que se caigan de la votación los republicanos franceses. No habría muchas dudas en el seno de los socialistas, aunque van a estar, explica la presidenta del grupo, Iratxe García, en declaraciones a la SER, muy atentos a su discurso. Escuchando casi como taquígrafos atentos a cualquier guiño a la extrema derecha. Porque los socialistas no condicionan su voto al de otros grupos, es decir, no votarán en contra si Von der Leyen amarra finalmente el apoyo de parte del grupo de Meloni, si no que la línea roja pasa porque esa cooperación quieren evitar se produzca por la puerta de atrás, es decir, virando a la derecha el programa que hoy presente la alemana.

Ante un escenario tan ajustado, Von der Leyen se ha visto obligada a buscar ampliar los apoyos, y está siendo difícil porque apoyarse en el grupo de Meloni, hoy cuarta fuerza, pone en duda el voto del resto de socios. Y aquí está la clave de la cuestión. Porque si miras a tu derecha, se te van de la ecuación los verdes, que tienen 53 diputados, y que repiten que están dispuestos a darle su voto. Fuentes del grupo explican que una mayoría sin ellos puede salvar la votación de hoy, pero que no dará estabilidad a esa legislatura. Ellos quieren estar en esa coalición europeísta, pero quieren además que no haya un paso atrás en el Pacto Verde, y también que no dialogue con la extrema derecha.

Y Von der Leyen lo que ha ido haciendo es no cerrar la puerta ni a los verdes ni al grupo de Meloni, reuniéndose con ellos y habla ahora de que no habrá una cooperación estructural con los Reformistas y Conservadores. Pero ha negociado con ellos, y no se descarta que parte del grupo, alguna de las delegaciones sí la apoye.

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De ahí que la búsqueda de los apoyos se haya hecho grupo a grupo y, por lo que cuentan varias fuentes, diputado a diputado. Como explica el eurodiputado de los liberales, Joao Cotrim, que como Von der Leyen lo vio reticente en la reunión del grupo, le pidió un aparte, una reunión a solas hasta convencerle ¿Y qué dicen en el Partido Popular? Fuentes populares nos dicen que en el grupo esperan que incluso la alemana obtenga más apoyo que en 2019, cuando salió elegida con 383 votos a favor... creen que la votación de Metsola, también del Partido Popular, y que se ha convertido en la presidenta más votada de la historia sugiere que hay pocas dudas de que no existe un escenario que no pase porque la conservadora sea ratificada esta mañana... Aunque como se repite mucho aquí en días como estos: nada está cerrado hasta que todo esté cerrado.