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Internacional

Caso Biden: ¿Falta transparencia sobre la salud de los políticos?

El debate entorno a las facultades mentales de Biden plantea preguntas sobre la falta de transparencia sobre la salud de los dirigentes políticos

Caso Biden: ¿Falta transparencia sobre la salud de los políticos?

¿Usted querría saber si un candidato a presidir el gobierno de su país tiene sus facultades cognitivas intactas? ¿Tenemos derecho a saberlo? Son sólo algunas de las preguntas que sugiere el debate sobre el estado mental del presidente Joe Biden. El presidente de Estados Unidos y candidato del Partido Demócrata se sometió a un último examen médico en febrero del año pasado; pero no hay ningún informe reciente que acredite que está en condiciones para desempeñar sus funciones. "Es una costumbre, no es un requisito legal. No hay ningún procedimiento marcado, ni pruebas específicas que tenga que pasar un presidente para mantenerse en el cargo", explica Roger Senserrich, analista especializado en política estadounidense. En ese país, "se entiende que son los votantes los que tienen que decidir si el político está en condiciones" y, añade Senserrich, se confía en "que no hay ningún presidente lo suficientemente temerario como para seguir en la Casa Blanca, si no tiene una buena salud física".

Test de Montreal

Cristobal Carnero, miembro del Grupo de Estudio de conducta y demencias de la Sociedad Española de Neurología, cree que los movimientos de Biden dan pistas evidentes sobre su deterioro: "Se ve que anda como un bloque, que va rígido. Va con la cabeza adelantada, los brazos flexionados, los pasos son cortos, torpes y los giros son inestables". A pesar de esa descripción que da señales alarmantes, sería necesario un test. Una prueba que podría resolver esas dudas es el test de evaluación cognitiva de Montreal. Se trata de un test "que requiere apenas 10 minutos y en el que se valora la orientación, la atención, el lenguaje, la memoria y la capacidad ejecutiva del que se somete a la prueba". El test es relativamente sencillo y se pide al paciente que dibuje un cubo o un reloj que marque una hora en concreto.

El caso español

El caso de Biden sugiere una pregunta apta para cualquier país. ¿Hasta qué punto los ciudadanos tenemos que estar al tanto de las facultades mentales de un candidato a la presidencia de gobierno? O de alguien que vaya a desempeñar altas responsabilidades institucionales. Manuel Villoria es fundador de Transparencia Internacional. Le preguntamos por cómo se regula esta cuestión en nuestro país y la respuesta revela que hay diferencias entre administración pública y política. "En la administración pública española tenemos unos certificados de competencia o de capacidad, que llamamos de acreditación de la capacidad funcional para la toma de posesión", explica Villoria. Sin embargo, en el plano de la política, es distinto: "Salvo que estés en el gobierno y tu servicio de prevención del ministerio te ayude, los ministros, secretarios de Estado o subsecretarios no tienen ese sistema". Villoria sostiene que es importante abrir este debate y no centrarlo exclusivamente en el deterioro cognitivo, sino también abordar la salud mental. Según el fundador de Transparencia Internacional, hay estudios internacionales que detallan que un 40% de los políticos no tienen bienestar mental, por el estrés que genera la creciente polarización.

Marisol Rojas

Trabaja en la Cadena Ser desde 2007. Empezó madrugando...