Sociedad

La DGT se pone estricta para renovar el carné: quiénes no podrán conducir a partir de 2025

Estas son las enfermedades que pueden hacer que no te renueven el permiso de conducción

Una persona conduciendo un vehículo. / AntonioGuillem

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado una nueva medida con el objetivo de seguir aumentando la seguridad al volante. En este caso se trata de una medida que determinará si los conductores están capacitados o no para poder renovar su permiso de conducción de cara al año 2025.

Es por ello, que solicitar la renovación del carné de conducir o bien intentar obtenerlo por primera vez será un poco más estricto a partir del próximo año. Esta medida no afecta a las pruebas teóricas y prácticas para conseguirlo sino al estado de la salud física y mental de la persona interesada. No estará relacionado directamente con la edad del conductor pero si es cierto que algunas patologías son más frecuentes en la tercera edad. A pesar de ello, si el conductor padece alguna de las enfermedades en edad temprana, será incapacitado igualmente.

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Esta medida se centrará en análisis médicos más rigurosos y se ha acordado que el permiso no será renovado, tanto de maneta temporal como permanente, si el conductor padece una enfermedad o recibe un tratamiento médico concreto que afecte a su concentración en el momento de conducir.

Las posibles complicaciones al volante

Las enfermedades son una de las principales causas de accidentes en la carretera, en algunos casos, los motivos principales que causan estos incidentes son los medicamentos prescritos por los médicos. Los efectos de algunas de las pastillas pueden convertir a los conductores en no aptos.

La manera de conservar tu carné de conducir en caso de querer renovarlo, es presentar un informe médico que confirme que no cuentas con riesgos para conducir.

La DGT ha proporcionado una lista con 35 enfermedades:

  • Accidente isquémico transitorio.
  • Alzheimer.
  • Aneurisma de grandes vasos.
  • Apnea del sueño.
  • Arritmias.
  • Crisis o pérdida de conciencia.
  • Demencia o trastorno de ansiedad.
  • Depresión.
  • Desfibrilador automático.
  • Diabetes mellitus insulinodependiente.
  • Disección.
  • Dolencias oncológicas.
  • Enfermedades cardíacas.
  • Enfermedades degenerativas, neurológicas y crónicas.
  • Enfermedades digestivas.
  • Enfermedades endocrinas.
  • Enfermedades neurológicas.
  • Enfermedades oncológicas.
  • Enfermedades respiratorias.
  • Epilepsia.
  • Esclerosis lateral amiotrófica
  • Hipotiroidismo y paratiroides.
  • Infarto agudo de miocardio.
  • Marcapasos.
  • Nefropatía con diálisis.
  • Parkinson.
  • Problemas vasculares.
  • Prótesis valvulares.
  • Trasplante renal.
  • Trastorno de la personalidad.
  • Trastorno del desarrollo intelectual.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo.
  • Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
  • Trastornos del sueño.
  • Trastornos oncohemáticos.