Ernest Maragall abandona ERC tras la polémica de los carteles sobre su alzhéimer
El propio Ernest Maragall apuntó hacia el exdirector de comunicación de ERC, Tolo Moya, como impulsor de la iniciativa de los carteles
Europa Press
Ernest Maragall ha decidido abandonar Esquerra Republicana de Catalunya, formación en la que militaba desde 2018. El que fuera consejero de Acción Exterior en el Gobierno catalán ha roto el carnet de su partido debido a cómo ERC ha gestionado la crisis de los carteles denigratorios sobre el alzhéimer contra él y su hermano Pasqual, tras revelarse que surgieron de las filas de la propia formación.
En dichos carteles ponía "fuera el alzhéimer de Barcelona", acompañado de una foto suya y otra de su hermano, Pasqual Maragall, el que fue president de la Generalitat y alcalde de Barcelona. Así lo ha hecho en una rueda de prensa que ha ofrecido desde la sede del partido, en la que ha reiterado la "vergüenza" y el "horror" que le ha generado esta operación, de la que ha responsabilizado nuevamente al entonces director de comunicación, Tolo Moya.
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Ha asegurado que si ha tardado tanto en comunicar esta decisión es porque ha estado enfermo de COVID-19 y que, en cualquier caso, le parece que "la dirección política del partido se ha comportado de manera inicialmente correcta". No ha entrado a valorar si le parecen suficientes los cuatro expedientes abiertos por la organización a raíz de este caso: "Para mí esto está cerrado", ha dicho.
Maragall también ha querido separar el funcionamiento orgánico de ERC del horizonte político que representa y ha afirmado que sigue con ganas de "contribuir a fortalecer el proyecto y hacerlo exitoso".
La investigación interna, todavía no cerrada de forma definitiva, prevé aplicar una sanción "muy grave" -expulsión del partido- y otra "grave" -suspensión durante dos años- a Moya y al militante de Anoia que ejecutó la acción -sin que la formación haya aclarado qué castigo recibirá cada uno de ellos-, así como dos sanciones "leves" -que consisten en una "advertencia"- al exviceconseller de Estrategia y Comunicación de la Generalitat Sergi Sabrià y al exvicesecretario general de Comunicación y Estrategia de ERC Marc Colomer
Maragall no ha entrado a valorar si le parecen suficientes estos cuatro expedientes -"para mí esto está cerrado", ha indicado-, aunque sí ha deslizado que habría deseado que se hubiera llegado hasta el final "con la máxima rapidez". Tras no querer "eximir de responsabilidad" a la dirección política del partido, que sí ha defendido que en líneas generales se ha portado "de forma correcta", ha insistido en apuntar hacia Moya: "Era el responsable por acción, omisión o descontrol, pero responsable al fin y al cabo".
También ha dejado entrever su descontento con el contenido de los audios revelados la semana pasada, en los que se escuchaba a la cúpula de comunicación del partido tratar de anticiparse a la tormenta mediática que finalmente se ha desatado. A raíz de ello, ERC ha demandado a Moya por la "filtración de información confidencial de forma sesgada".
"No puedo permanecer callado ante todo esto ni permitir que alguien confunda mi silencio con complicidad", ha resumido. Los polémicos carteles, surgidos en plena campaña de las últimas municipales para dar visibilidad a Ernest Maragall en un momento de malas perspectivas electorales, subrayaban el alzhéimer que padece el expresident Pasqual Maragall e incluían el lema "Fuera el alzhéimer de Barcelona", con una foto del expresidente de la Generalitat y de su hermano.
Mantiene el apoyo a ERC y pide renovar liderazgos
Sin embargo, Maragall también ha querido separar el funcionamiento orgánico de ERC del proyecto político que representa y ha afirmado que sigue con ganas de "contribuir a fortalecerlo y hacerlo exitoso".
Él es uno de los más de mil firmantes de un manifiesto que aboga por renovar los liderazgos de la formación, también suscrito por la secretaria general, Mara Rovira, y el president en funciones Pere Aragonès y que apunta claramente -aunque de forma implícita- hacia Oriol Junqueras y su voluntad de volver a hacerse con las riendas del partido tras el congreso del 30 de noviembre.
Ha alabado lo hecho por el ejecutivo catalán y el partido en la última legislatura, una combinación de "negociación" con el Estado y "gobernación" de Cataluña que le parece la línea a seguir.
Sí ha censurado que el caso de los carteles se haya mezclado con la crisis interna en marcha, que se hizo del todo evidente cuando Sabrià anunció que anticipaba su marcha de la primera línea política a raíz de este caso, lo que hizo entre críticas evidentes a Junqueras.