La situación del turismo masivo se está volviendo insostenible en muchos lugares de España, con diversas zonas tensionadas en las que la vivienda se ha convertido en un bien de lujo y los apartamentos turísticos dominan el mercado inmobiliario apartando a los vecinos de toda la vida de sus barrios. Son varias las asociaciones que organizan manifestaciones pidiendo una regulación del sector turístico que conduzca a nuestro país hacia un modelo más responsable ante la inactividad de los políticos para resolver este problema. Otros, por su parte, culpan directamente a los turistas extranjeros, que también tienen su propia versión de lo que está pasando en nuestro país en relación a esta problemática. Para mirar lo que dice la prensa internacional sobre las manifestaciones contra el turismo masivo en España hay que dirigirse, principalmente, al Reino Unido, el país que más turistas exporta hacia nuestras costas. Mientras el medio sensacionalista «The Sun» calificaba de «extraña» la manifestación de principios de julio en Barcelona, el «Daily Mail» calificaba a los manifestantes de «mafia antiturista» que «se burla» de los británicos mientras lo rocía con pistolas de agua. Estos medios no son muy amables con las protestas de los ciudadanos españoles contra el turismo masivo y a favor de una vivienda digna, aunque no se puede decir que todos los periódicos del Reino Unido traten el tema de la misma manera. La BBC, por ejemplo, ha publicado un extenso reportaje con testimonios de varios españoles que trata de explicar a los británicos de qué nos estamos quejando exactamente en España, sin reducirlo a generalidades como protestas antituristas. El corresponsal de la BBC en Mallorca, Nick Beake, indica en el artículo que «cada centímetro de playa está ocupado» en la isla y que «el tsunami del turismo amenaza con consumirlo todo a su paso». El canal público del Reino Unido explica que la capital de las Baleares cuenta con un número récord de visitantes y de ingresos por turismo, aunque no se olvida de que a muchas personas que viven en la isla no les favorece nada este modelo de turismo masivo. La BBC incluye en su reportaje el testimonio de Sonia Ruiz, una mujer de 31 años residente en Palma que cuenta que no puede hacer frente al coste del alquiler. Tiene un hijo de cuatro años y vive con su pareja, del que está separado, para poder pagar el alquiler entre los dos, porque sino les es imposible mantener una vivienda. Entre los dos cobran 2.400 euros al mes, pero no llegan y su casero les ha pedido que abandonen el piso. «Cada día busco y el alquiler es más alto», le cuenta al medio británico la mujer, que admite que ve imposible encontrar un piso, a lo que añade que le piden fianzas «de varios meses» y hay demasiada gente buscando. El medio británico utiliza esta historia para conectar con la manifestación masiva que los ciudadanos baleares convocaron este domingo. Contactan desde la BBC con Pere Joan Femenía, miembro del movimiento «Menys Turisme, Més Vida» («Menos turismo, más vida»). Para el activista, «las empresas están pasando de vender productos tradicionales a multinacionales que venden helados, y estamos perdiendo nuestra identidad». «Queremos preservar nuestra cultura», sentencia el joven. Para las personas que organizan estas manifestaciones, el turismo masivo en Mallorca no es sostenible y la isla no lo necesita para sobrevivir, ya que muchos de sus habitantes se están preparando para marcharse definitivamente de su tierra. La subida de los alquileres, en su mayoría turísticos, ha provocado que los mallorquines se vean obligados a salir de la isla. Según el INE, 14,4 millones de turistas extranjeros visitaron las Baleares en 2023, la mayoría del Reino Unido. El número de visitantes en las islas aumentó un 9,1% respecto a 2022. La BBC se hace eco de que este año han aumentado considerablemente las manifestaciones antituristas, destacando la de las pistolas de agua de Barcelona, las de Málaga y la protesta masiva de las Canarias el pasado mes de abril. Una de las cosas más curiosas del artículo de la BBC se encuentra al final. El medio británico contacta con una familia, los Green, procedente de la ciudad de Rotherham, que cuenta que están pasando unas agradables vacaciones en Magaluf (Mallorca). Los turistas admiten a la cadena pública que no se han enterado demasiado de las protestas contra el turismo masivo. «He visto un poco en las noticias», ha explicado Charlotte, madre de siete hijos y mujer de Adam. «Intenté no verlo porque no quería que me estresara y me desanimara a venir porque ya habíamos reservado y pagado”, confiesa la mujer británica, mientras su marido, Adam, se pregunta en declaraciones al medio que si no son los turistas como ellos los que logran impulsar y hacer ganar dinero a la isla. »Sin turistas no habría trabajo, ni salarios, ni nada. Dependen de ello, ¿no?, se pregunta el padre de familia inglés.