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Clonar a tu mascota en España es posible: "Hay clientes para los que pagar 50.000 euros no es un problema"

En Marbella se encuentra OvoClone, la única clínica en España especializada en la clonación de perros y gatos, aunque esta práctica no está regulada en el país.

Clonación de mascotas: de hito científico a capricho

Madrid

Hace 27 años, los investigadores del Instituto Roslin de Edimburgo lograron clonar el primer animal a partir de una célula adulta, dando como resultado a la oveja Dolly. Este avance científico, que marcó un hito, se ha convertido casi tres décadas después en un producto de consumo, pasando de ser un logro de la ciencia a un capricho.

Uno de los casos más conocidos es el de Javier Milei, quien clonó a cuatro mastines ingleses de su perro Conan, fallecido en 2017. Según el New York Times, el político argentino contrató a una empresa estadounidense especializada en preservación genética. Esto se convirtió en un tema recurrente de la campaña electoral en Argentina.

El presidente argentino no es el único famoso que ha clonado a sus mascotas. Actrices como Bárbara Streisand y figuras como Paris Hilton también lo han hecho. Pero no solo las celebridades recurren a la clonación; algunos influencers se ganan la vida gracias al contenido en redes sociales con sus animales. Es el caso de la creadora de la cuenta Wander with Willow, quien tiene más de dos millones de seguidores en TikTok y casi 500 mil en Instagram. Su contenido se centra en los seis clones de Willow, su perro lobo que murió en un accidente automovilístico.

Es un negocio en constante crecimiento, especialmente en Estados Unidos, donde operan dos clínicas. Una de ellas es ViaGen, que desde 2015 clona perros, gatos e incluso hurones a partir de pequeñas muestras de tejido y por una tarifa de entre 35.000 y 50.000 dólares. El otro laboratorio es PerPETuate, la empresa que clonó los perros de Milei y la primera en preservación genética de mascotas desde 1998. Además de clonar animales de compañía, han revivido especies en peligro de extinción, como el buey asiático, y han comenzado a conservar el ADN de leones para futuras clonaciones.

La industria también prospera en Asia, con China a la vanguardia gracias a un robot capaz de clonar una célula por minuto. La demanda de clonación de mascotas aumentó tras la pandemia de COVID-19. Además, han clonado macacos y cerdos. El primer perro clonado en China fue en 2017 y el primer gato dos años después. Por otro lado, Corea del Sur ha estado utilizando células de la saliva o del estómago de los animales para crear réplicas casi idénticas de las mascotas desde 2006.

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En España hay dos laboratorios especializados. Uno está en Barcelona y se llama EmbryoTools, dedicado exclusivamente a la clonación de caballos, por los cuales se han realizado subastas. El otro se encuentra en Marbella (Málaga) y se llama Ovoclone. Además de caballos, es el único en el país que clona mascotas, específicamente perros y gatos. Los precios son similares a los de las clínicas de otros países, entre 50.000 y 55.000 euros por ejemplar.

Enrique Criado, embriólogo y CEO de Ovoclone, ha explicado en Código de Barras el proceso de clonación de una mascota. El primer paso es tomar una pequeña muestra de piel del animal, del tamaño de un grano de arroz. Luego, se envía esta muestra al laboratorio para extraer una célula llamada fibroblasto, que contiene un núcleo. Paralelamente, se obtiene un óvulo de la misma raza, al cual también se le retira el núcleo y se fusiona con el fibroblasto. "Aplicamos una descarga eléctrica para fusionar las membranas y formar un embrión", ha detallado. Finalmente, el embrión se implanta en una hembra. Si ésta queda embarazada y da a luz, nace un animal con un 99.9% de la genética del original.

Para realizar este procedimiento, la mascota debe estar viva. "Extraemos células, pero la piel debe estar viva o recién muerta", aclara Criado. Si el animal ha fallecido, tienen un máximo de dos días para obtener el tejido y enviarlo al laboratorio. Cuanto más tiempo pase, más difícil es obtener los fibroblastos. Ante la posibilidad de clonar otros animales como reptiles o aves, el CEO de Ovoclone asegura que no es posible, debido a la técnica que realizan. Es decir, solo pueden hacerlo en mamíferos.

La empresa tiene tres tipos de clientes. Uno de ellos "guarda las líneas celulares porque no quieren clonar de inmediato y prefieren esperar hasta la muerte de su mascota". Si desean clonar al instante, el costo es entre 50.000 y 55.000 euros. Por eso, algunos optan por conservar la línea genética por unos 3.000 euros, según ha explicado el embriólogo de la empresa. Estima que en los próximos cinco años "el precio disminuirá porque se convertirá en una tendencia". De hecho, hace cinco años el coste era de 100.000 euros. Otro grupo de clientes conserva la línea genética "para tratar enfermedades". Si el animal tiene problemas musculares, descongelan parte de los fibroblastos y fabrican células madre que pueden introducir en las articulaciones. El último tipo de cliente es aquel que tiene suficiente dinero como para que pagar 50.000 euros al instante no represente un problema.

Aunque se dice que la clonación de mascotas es legal, no existe una regulación específica al respecto. La ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales no aborda este tema. Existe una normativa europea que regula la clonación animal en la ganadería, pero no incluye a las mascotas. Por lo tanto, en España y Europa, es alegal. Aun así, Criado ha señalado que "en España no está regulado, pero en Europa sí".

Los expertos plantean cuestiones éticas y morales sobre las expectativas de clonar una mascota. Se compara con tener un gemelo: similar pero no idéntico. Además, preocupa que estas clínicas no estén sujetas a los mismos controles que los centros de investigación. Salvador Macip, experto en bioética y catedrático de Ciencia de la Salud en la Universidad Oberta de Cataluña, sugiere que debería evaluarse si "es adecuado someter a estos procesos a los animales cuando el beneficio es tan limitado". Criado, ante estas inquietudes, reconoce que esta práctica "no es obligatoria ni imprescindible", pero desde el punto de vista ético, "comprender la clonación aclara tanto las implicaciones éticas como morales".