'Deadpool y Lobezno', la extraña pareja de Marvel: "A Disney le encanta el dinero"
El antihéroe de Ryan Reynolds llega al Universo Cinematográfico de Marvel de la mano del Lobezno de Hugh Jackman, que vuelve a encarnar al mutante tras retirarse con ‘Logan’
Han pasado más de siete años desde el estreno de Logan, la película con la que Hugh Jackman ponía punto y final a casi dos décadas interpretando a Lobezno. El actor australiano se despedía del héroe de las garras de adamantium con un film que adoptaba los códigos del western para construir un relato sombrío y desgarrador, con el cómic El viejo Logan como inspiración. De alguna manera, además, el tono crepuscular de la película profetizaba el final del universo X-Men de 20th Century-Fox: a los pocos meses del estreno de Logan, se anunciaría la adquisición del estudio por Disney, con la que Marvel Studios pasaba a tener la licencia de los mutantes.
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Unas semanas antes del comienzo del rodaje de Logan, llegaba a las salas de cine otra película de superhéroes de 20th Century-Fox de una tonalidad diametralmente opuesta: Deadpool, con Ryan Reynolds como show-man absoluto. Hugh Jackman la vio y no le dejó, ni mucho menos, indiferente. "Tras los primeros quince minutos, pensé que podía imaginarme perfectamente a estos dos personajes en una película, podía sentirlo y podía verlo", cuenta el actor a El Cine en la SER.
Tal comentario no era en absoluto arbitrario, pues en la película (y en su secuela) Deadpool expresa en repetidas ocasiones, a modo de comentario intertextual, sus ganas de verse las caras con el Lobezno del actor australiano. Sin embargo, Jackman ya había comunicado sus intenciones de despedida con Logan y sentía que "era un tren que había pasado". Pese a tantear la posibilidad con Ryan Reynolds en los meses siguientes, el australiano "no estaba convencido" y la idea no fue a más. Su Lobezno ya era historia.
Por su parte, tras el éxito de la primera entrega, Ryan Reynolds volvió a enfundarse el traje rojo en Deadpool 2. La secuela fue el último capítulo de la franquicia antes de que se hiciese efectiva la compra de Fox por Disney. Ya bajo el control de la empresa del ratón, Deadpool pasaba a ser parte del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) comandado por Kevin Feige, con quien Reynolds; en condición de actor, guionista y productor; comenzó a reunirse en el año 2019 para trabajar en una tercera película de su personaje.
"El proceso creativo fue bastante errático en sus comienzos", recuerda Reynolds, que afirma que su "máxima ambición fue siempre hacer una película de Deadpool con Lobezno". De hecho, en su primera reunión con Kevin Feige y otros altos cargos de Marvel como Louis D'Esposito, Ryan Reynolds sugirió una idea muy concreta: "Les propuse una película de Deadpool y Lobezno basada en una especie de narración al estilo Rashomon" (un mismo acontecimiento mostrado desde distintos puntos de vista). "Tenía una opinión bastante clara al respecto, pero ellos dijeron que no, que eso nunca iba a suceder", recuerda el actor canadiense. Tras esa negativa, llegaron a considerar hasta 18 ideas distintas, pero el proyecto, que debía dirigir Shawn Levy y que iba a realizarse sin Hugh Jackman, no avanzaba.
La situación estaba casi "al límite" cuando se organizó una última reunión con Feige. "Tenía que ser la última porque si no, Shawn y yo íbamos a hacer otra película", rememora Reynolds. De repente, ese día de 2022, llegó una llamada: Hugh Jackman quería volver a ser Lobezno. "Ni siquiera puedo explicarte el razonamiento; algo en mi instinto me hizo decirme que tenía muchas ganas de interpretar a Lobezno en este contexto porque era algo nuevo y diferente, que creía que los fans querrían ver y que yo quería hacer como actor", cuenta Jackman. Se abría, por lo tanto, un nuevo escenario para una película que parecía condenada a no poder realizarse. En plena reunión de Zoom, Ryan Reynolds informó a los cabecillas de Marvel Studios del inesperado giro y les expuso que "seríamos muy idiotas si por lo menos no exploramos esto". Al final, no le dieron más vueltas al asunto y la película obtuvo el visto bueno: Deadpool y Lobezno daban sus primeros pasos.
"De inmediato entendimos que necesitábamos un porqué", relata con pasión Reynolds. Para el actor de Free Guy o Alerta roja, era importante respetar el legado de Logan, que considera "una de las películas más perfectas de la historia" y de la que también admira a su director, James Mangold, al que considera "como un dios". "No puedes traer a ese personaje de vuelta si no tienes un cómo y un porqué muy definidos", insiste. La exploración de los multiversos introducida por Marvel Studios en sus últimas películas parecía una coartada adecuada para justificar el retorno de Jackman al papel de Lobezno, y es precisamente en esa posibilidad de conocer a nuevas variantes del personaje de donde partieron a nivel creativo Reynolds y el resto de los guionistas (el canadiense es uno de los cinco que firman el libreto de Deadpool y Lobezno). A Hugh Jackman le resultaba muy sugerente construir nuevas versiones de Lobezno alejadas de la solemnidad de Logan: "No era tanto que me estuviese muriendo de la pena por haber renunciado al personaje, sino más bien que quería volver para entrar en un nuevo escenario y jugar con este personaje".
Una de las grandes incógnitas que se abrían con la compra de Fox por Disney era cómo podrían integrar el Universo Cinematográfico de Marvel a un personaje como Deadpool: si por algo se habían caracterizado las películas de Ryan Reynolds eran por su tono adulto, con un personaje tan malhablado como libidinoso, y con una violencia gráfica que contrastaba mucho con el tono de Los Vengadores y compañía. Kevin Feige no tardó en aclarar que Deadpool iba a seguir siendo el mismo en su nuevo hogar y sus películas seguirían estrenándose con la clasificación R (restringido para menores de edad) en los Estados Unidos.
Reynolds se muestra agradecido con esa decisión: "Kevin Feige sabe cómo organizarlo todo, es probablemente el productor independiente más exitoso del planeta y desde el principio entendió que nos tenía que dar espacio para que todo se sintiese auténtico". Asegura el actor canadiense que una vez se aprobó el proyecto con Lobezno, nunca sintió "que tuviéramos ningún tipo de restricción creativa". "En todo caso, cuanto más atrevidos y locos éramos, más lo celebraban", asegura. La fórmula del éxito de sus películas es clara y se infiere que desde Marvel Studios han preferido dejar intacto lo que funciona. Al respecto, Ryan Reynolds es muy transparente: "A Disney le encanta el dinero". "Creo que vieron dinero en lo que hacíamos y el dinero es su cosa favorita", concluye entre risas con Hugh Jackman.