Política

Junts vota en contra de la senda de déficit e impide al Gobierno dar el primer paso para aprobar los Presupuestos

El partido conservador independentista no ha dado su brazo a torcer y ha rechazado la opción de abstenerse

La portavoz de Junts Miriam Nogueras interviene en el último pleno del Congreso / Mariscal (EFE)

Junts ha decidido no apoyar la senda de déficit presentada este martes por el Gobierno en el Congreso de los Diputados y votará en contra, impidiendo al Ejecutivo dar el primer paso para aprobar los Presupuestos del próximo año. El portavoz parlamentario, Josep María Cruset, ha confirmado el sentido de su voto y posteriormente lo han ejecutado en el hemiciclo. La negativa de los independentistas, sumado al no del PP, ha tumbado la propuesta.

Cruset, en declaraciones a los medios en el patio del Congreso, ha justificado este rechazo por la baja ejecución de presupuestos anteriores en Cataluña y ha explicado que el Gobierno no podrá contar con los siete votos de Junts para la tramitación de los Presupuestos hasta que esta situación se revierta.

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Según ha explicado, su formación pedía que en estos objetivos de estabilidad presupuestaria se dotara de una décima más de déficit a las comunidades autónomas, de tal manera que estas tuvieran más capacidad y más recursos económicos. "Pero no ha habido absolutamente ningún cambio", ha lamentado el portavoz adjunto de Junts, tras criticar que el Gobierno no entiende que no cuenta con mayoría absoluta en el hemiciclo, y que, por tanto, necesita de otros grupos políticos, en este caso de los 7 votos de Junts, para sacar adelante sus iniciativas.

"Es evidente que mientras no cambie esta realidad, que hemos expuesto a este déficit de ejecución de presupuestos que tanto perjudica a Cataluña, el Gobierno no puede contar con los siete votos de JuntsxCat para la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado del ejercicio 2025", ha señalado Cruset.

Este rechazo complica el calendario presupuestario, ya que obligará al Gobierno a aprobar una nueva senda en Consejo de Ministros para su posterior remisión al Congreso y, si resulta aprobada, al Senado. En caso de ser rechazada por la Cámara Alta, tendrá que volver al Congreso para que levante el veto.

La senda fiscal presentada por el Gobierno al Congreso incluye un objetivo de déficit del 2,5 % del PIB para 2025, del 2,1% para 2026 y del 1,8% para 2027, cuyo reparto deja más margen a comunidades autónomas y entidades locales respecto a la senda vigente que les comprometía a terminar el periodo en superávit.

El acuerdo del Gobierno con los objetivos de estabilidad presupuestaria incluye el incremento del 3,2% del techo de gasto no financiero del Estado para el próximo ejercicio, hasta 195.353 millones de euros (sin fondos europeos), del que se informa a la Cámara pero sin someterlo a su aprobación.

La ley de estabilidad presupuestaria solo establece que las Cortes Generales tienen que dar su visto bueno a las metas de déficit, con capacidad por parte del Senado para devolverlas al Gobierno si las rechaza. Esta situación ha cambiado este martes con la aprobación definitiva en el pleno de otra ley, la de paridad, enmendada por PSOE y Sumar para quitar al Senado su capacidad de vetar la senda de déficit.