"Es una hostia para el Gobierno": un micrófono abierto pilla la reacción de Urtasun tras el 'no' de Junts al techo de gasto
Unas declaraciones del ministro de Cultura a las puertas del Congreso reflejan la estupefacción del Ejecutivo
Madrid
Que decaiga el techo de gasto provoca diversas consecuencias económicas para España, ya que supone 6.000 millones menos para gasto en Educación, Sanidad y otros servicios públicos. Además de un de un golpe para los presupuestos autonómicos de otros 7.500 millones por el 'no' de Junts per Catalunya que le cuesta a su propia comunidad autónoma 1.543 millones de euros, según los cálculos de Hacienda.
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La decisión a última hora de la formación liderada por Jordi Turull ha causado una evidente estupefacción en el Gobierno, que esperaba sacar adelante esta reforma que proporcionaba 7.500 millones extras con una nueva senda de déficit más holgada que les iba a permitir gastar más. Además, el techo de gasto, que iba a subir un 3,2%, decae, lo que tiene consecuencias en el gasto social del Estado en sanidad, educación o dependencia. Es decir, que el Gobierno tendrá menos dinero para invertir en estas dependencias.
Un 'no' que no se esperaban desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que muestra debilidad tras el último pleno por no ser capaz de sacar adelante sus propuestas por mayoría en el Congreso. Una fragilidad reflejada en la conversación que mantiene el ministro de Cultura Ernest Urtasun con un diputado de ERC a la salida del Congreso esta martes por la tarde y que ha captado un micrófono abierto.
"No lo entiendo, me ha dicho María Jesús (Montero) esta mañana que lo tenían atado. Bolaños se ha enterado de que no en la reunión con Miriam (Nogueras) en la que estábamos", le cuenta Urtasun al diputado Francesc Marc-Álvaro Vidal a la salida del 'superpleno' sobre la decisión de Junts.
El ministro admite que se han quedado "de piedra" porque los diputados del PSOE habían asegurado en el consejo de Ministros que el acuerdo estaba atado. "Es una hostia para el Gobierno", admite Urtasun, que considera que el 'no' de Junts es una estrategia del partido catalanista para "inestabilizar la investidura".