París da el pistoletazo de salida a sus Juegos Olímpicos con una original ceremonia un tanto deslucida por la lluvia
La lluvia ha sido la principal protagonista de una ceremonia, que ha ido de menos a más y cuyo colofón se vivió con un pebetero en forma de globo aerostático y una actuación de Celine Dion sobre la Torre Eiffel
Se trataba de la primera vez que la inauguración de unos Juegos Olímpicos se realizaba fuera de un estadio olímpico en la historia y se han pagado los riesgos. Las previsiones fueron malas desde el comienzo del día, pero la realidad superó cualquier previsión. La climatología ha marcado de lleno una ceremonia de inauguración donde artistas y performances se realizaron bajo una intensa lluvia a orillas del río Sena.
Un despliegue sin precedentes a nivel de seguridad, una afluencia cercana al millón de personas que vieron trastocado el gran momento inaugural de una cita que llevaban esperando 16 años. Muchas críticas se han llevado también la realización del evento que ha visto muy perjudicado el seguimiento del evento. Las gotas ocupaban las lentes de las cámaras, se producían apagones y se iba vaciando poco a poco las gradas en busca de resguardarse de la lluvia.
Aunque en los momentos iniciales de la gran fiesta cayó de forma leve e intermitente, tres cuartos de hora después las precipitaciones arreciaron y obligaron a todos los participantes a protegerse con plásticos, si los tenían. Algunos asistentes abandonaron sus localidades cumplidas una hora de espectáculo. En el Trocadero, donde terminará la ceremonia, una de las pantallas gigantes desde la que se seguía el espectáculo sufrió un apagón y se mantuvo en negro. Los gorros de su uniforme sirvieron de ligera protección a muchos deportistas que avanzaban por el Sena subidos en todo tipo de embarcaciones descubiertas.
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Un evento que a nivel artístico tuvo varios puntos fuertes. En cuanto a música, Aya Nakamura y Lady Gaga fueron protagonistas en un canto por la fuerza de la inmigración en el primer caso y de la reivindicación de la música cabaret a través de la artista americana. Ambas aguantaron estoicas ante la lluvia, sin embargo, quién se llevó la palma fue la artista llamada Axelle Saint-Cirel, que, desde el techo del Palacio Real, entonó la Marsellesa en el momento más emocionante de toda la ceremonia. La Catedral de Notre Dame, el Puente de las Artes o el Museo del Louvre fueron algunos de los enormes monumentos que se pudieron ver desde el desfile. Nos quedamos con el espíritu olímpico que se ha vivido sobre el río con miles de personas unidas viendo la mejor competición de la historia.
La última parte de la gala ganó algo más de empaque gracias a la oscuridad y a la espectacularidad de la ciudad de la luz, pero la lluvia no dejó de arreciar en ningún momento y provocó la salida en estampida de muchos de los asistentes a esta ceremonia de inauguración. Un piano de fuego sobre el Sena bajo los acordes de Imagine hizo un llamado a la paz en lo que se llama tregua olímpica y que desgraciadamente no se está cumpliendo. Imponente fue la escena de la parada de banderas en la plaza donde está ubicada la Torre Eiffel.
El encendido del pebetero olímpico fue lo más espectacular de la ceremonia de apertura. La imagen más emotiva la protagonizó Rafa Nadal, que fue el segundo relevista después de que Zinedine Zidane le cediese el entorchado olímpico. El 14 veces campeón en Roland Garros fue en lancha y le pasó la antorcha olímpica a la también tenista Serena Williams. Más tarde Comaneci y poco después Carl Lewis. El encendido final lo hizo la tricampeona olímpica María Jose Perec y al judoka Teddy Rinner, que encendieron el pebetero en forma de globo aerostático. Este se elevó hasta los 30 metros al cielo de París. Celine Dion puso la nota final sobre uno de los pisos de la Torre Eiffel.
El desfile de la embarcación española
27 segundos. Ese fue el tiempo que la realización enfocó a la embarcación de la delegación española sobre el río Sena en la ceremonia de apertura. Una decisión muy criticada en redes sociales por parte de la afición españoles, que se quejan de la poca visibilidad de los nuestros. "Ha sido un visto y no visto", dijo Fiona, la madre del abanderado Marcus Cooper en la antena de Carrusel Deportivo.
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Los nuestros lucían emocionados, entre saltos e intentando resguardarse de las fuertes precipitaciones que caían sobre la embarcación española. Navegábamos con la delegación estonia que compartió protagonismo con nosotros durante ese tramo del evento. Marcus Cooper y Támara Echegoyen, nuestros abanderados, lucieron como nadie la bandera española sobre la capital gala e hicieron sentir orgullosos a nuestro país.
Las entrevistas en 'Carrusel Deportivo'
Paloma Del Río, Gervasio Deferr, Marcus Cooper, Támara Echegoyen, Mireia Belmonte o Saúl Craviotto fueron algunos de los grandes protagonistas que se han pasado por Carrusel Deportivo. Han destacado la importancia de los abanderados, el profesionalismo de cubrir unos Juegos Olímpicos y lo que les estaba pareciendo una ceremonia inaugural que ya es historia de los Juegos Olímpicos.
Ricky Dias
Ourense, 1997. Licenciado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Llegó a la redacción...