"Lo siento, mi amor": el drama de la inauguración de los JJOO que ha conmovido a las redes sociales
El abanderado italiano se ha sincerado en Instagram tras lo sufrido en el desfile
Madrid
La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París fue un momento histórico. Era la primera vez que la apertura de unas olimpiadas se producía en el exterior del Estadio Olímpico y, aunque el espectáculo no resultó visualmente tan atractivo como se esperaba por las malas condiciones climáticas y la incesante lluvia que atacó a la capital francesa, la ceremonia dejará sin duda una huella imborrable en los allí presentes y en los deportistas que formaron parte del desfile.
Los ponchos y chubasqueros se convirtieron en los protagonistas inesperados de la apertura de los JJOO. Atletas, cuerpos técnicos, políticos personalidades públicas, visitantes... Todos parecían necesitar uno para huir de la lluvia y que ésta no arruinase la noche más mágica del deporte mundial. Pero, para el abanderado de la delegación italiana, Gianmarco Tamberi, otro objeto se conviertió en el protagonista inesperado de su noche. El deportista vivió un acontecimiento de lo más inesperado. Un acontecimiento que para cualquiera sería el peor recuerdo de su paso por París pero que el italiano ha querido usar como amuleto. "¡¡¡Que sea un buen augurio para volver a casa con más oro todavía!!!", ha escrito en una carta en su cuenta de Instagram dirigida a su mujer.
Pierde su anillo de matrimonio en el Sena durante la inauguración
Gianmarco Tamberi fue el abanderado por Italia. Con 32 años, es campeón del mundo de salto de altura y fue quien portó la bandera de su país en el desfile de los barcos de las delegaciones por el río Sena. Fue precisamente mientras ondeaba emocionado la bandera italiana cuando algo totalmente inesperado ocurrió. "La sentí escabullirse, la vi volar.... la seguí con la mirada hasta que la vi rebotar en la barca", escribía el atleta antes de anunciar que sintió "un tintineo de esperanza" pero no pudo hacer nada para evitar la desgracia.
Gianmarco Tamberi perdió su anillo de boda en el Sena. "El rebote desgraciadamente fue en la dirección equivocada y flotando más de mil veces en el aire la vi zambullirse en el agua como si ese fuera el único lugar donde quería estar", le explicaba a su mujer en la carta publicada en la red social.
Para el atleta, la culpa ha sido la exigencia y la emoción que "el acontecimiento deportivo más importante del mundo" supone. Tamberi busca justificación en "la pérdida excesiva de kilos" durante la preparación de los JJOO, la excesiva cantidad de agua que cayó esa noche sobre la capital francesa y a la emoción que la situación le provocó.
"Si tenía que pasar, si tenía que perder esta fe, no podía imaginar un lugar mejor", buscaba consuelo el atleta. "Se quedará para siempre en el lecho del río de la ciudad del amor". Además, quiso busca el "lado poético" del drama y animó a su mujer, Chiara Bontempi, a lanzar su alianza también e incluso a casarse de nuevo.
Una historia que demuestra la emoción e ilusión que esta cita despiertan en los deportistas. Un ejemplo de cómo los Juegos Olímpicos son capaces de convertir una desgracia en una historia de amor.