De Nerón a Kamala Harris: las banderas rojas de las fake news

Madrid

Tras la renuncia del presidente Joe Biden en la carrera presidencialista para las elecciones estadounidenses del próximo noviembre, el partido demócrata contará con Kamala Harris, actual vicepresidenta, como candidata. Las reacciones de políticos y de opositores, tanto en medios de comunicación como en redes sociales, no se han hecho esperar y se han repetido las fórmulas históricas para desacreditar a políticas. Críticas a su vida sexual o a los roles tradicionales de género son las más utilizadas a la hora de desestabilizar a candidatas.

María Isabel Menéndez, catedrática de Comunicación Universidad de Burgos, ve en estas estrategias de desinformación sobre las mujeres un riesgo para la participación en la vida política: "Cuando ves la trituradora que es la política en general y para las mujeres en particular es una advertencia para que las mujeres se retiren". Atribuir el éxito femenino a su desempeño sexual lleva siendo recurrente desde hace siglos. Focaliza en que, como en el caso de Kamala Harris, si la mujer es no normativa o racializada, el acoso se agrava.

Guillermo Altares, periodista, recuerda que, ya incluso en épocas anteriores a la romana, se utilizaba el término "puta" contra las mujeres. Livia, pareja del emperador Augusto, fue culpada de "envenenadora" y comúnmente se le achacaban las responsabilidad de los problemas de su marido. Juana de Arco, años antes de ser quemada en la hoguera, recibía cartas donde se le acusaba de ser una "maldita puta". Años después se reescribió la historia y se convirtió en un símbolo de libertad. Violencia sexual que no ha cambiado y vuelve a producirse con la candidata demócrata.

La historia es ambigua y repleta de mentiras que los historiadores deben esquivar y entender para construir un retrato fiel de la realidad. Altares recuerda que "siempre se decía que los cartagineses lanzaban a los niños a las hogueras" pero no existe ninguna prueba arqueológica de ello, lo que muestra una estrategia de desinformación presumiblemente de los romanos contra sus enemigos. Bulos que en el conflicto palestino-israelí se han vuelto a repetir, como con los 40 bebes decapitados por Hamás que nunca obtuvieron confirmación oficial y que la Casa Blanca desmintió después de haber afirmado haberlos visto.

En Roma, muchos candidatos se presentaban como hombres buenos y honrados, por lo que para desacreditarle se utilizaban estrategias menos directas pero igual de efectivas. Fernando Lillo Redonet es doctor en Filología Clásica y catedrático de latín en Instituto Vigo y explica que era común en Pompeya relacionar a los candidatos como elegidos por votantes de dudosa reputación como "bebedores nocturnos" o "ladronzuelos". De esta manera conseguían que perdiesen credibilidad al "conocerse todos con todos".

El revisionismo histórico sirve para entender cómo se han construido las realidades. En especial con las mujeres, parte de las historias que nos han llegado siguen impregnadas de mentiras y de bulos. Es responsabilidad de todos facilitar la labor de los historiadores del futuro ante un mundo cada vez más lleno de desinformación y de mentiras.