La risa de las mujeres de mi vida

"Kamala Harris tiene un risa ancha, ruidosa, enseña buena parte de la boca cuando lo hace, te la puedes imaginar en una barbacoa o tomando una cerveza con sus amigas y descojonándose muy fuerte sobre algo que le han contado. (…) La risa de Kamala está siendo utilizada en su contra por sus rivales políticos, la tachan de ordinaria, escandalosa, poco femenina, poco complaciente, hacen alusiones a estereotipos raciales, en definitiva, hacen lo que nos hacen a todas, intentar domarnos. Y la risa de Kamala Harris no parece susceptible de ser domada. (…) Las mujeres de mi vida tienen risas muy particulares (…) nunca quiero más, ni me siento más unida a las mujeres de mi vida que cuando nos reímos juntas. Nunca somos más cómplices. (…) Domar la risa de las mujeres, señalar su inconveniencia, es una vieja aspiración de quienes viven para hacernos la vida imposible. “Cállate”, “baja la voz”, “no hagas tanto ruido”, “siempre tienes que dar la nota”, “me da vergüenza ir contigo”, “qué ordinaria eres”, “tápate la boca por lo menos” son frases que, la primera vez que las escuchas, se te clavan de un modo extraño, te hacen sentir una vergüenza muy particular. Y hacer sentir vergüenza a otra persona de forma deliberada, es el primer paso para someterla."