Biden propone cambios en el Supremo para que "ningún presidente esté por encima de la ley" y que los jueces no tengan mandatos vitalicios
"Esta nación se fundó sobre un principio simple pero profundo: nadie está por encima de la ley. Ni el presidente de los Estados Unidos. Ni un juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos. Nadie", dice Biden en un ar´ticulo del Washington Post
Madrid
El presidente de EEUU, Joe Biden, va a proponer este lunes una amplia reforma del Tribunal Supremo, que incluirá la limitación de mandatos y un código de conducta vinculante para sus nueve jueces, pero un Congreso profundamente dividido hace que los cambios tengan pocas posibilidades de convertirse en ley.
Biden propondrá los cambios, así como una enmienda constitucional para eliminar la amplia inmunidad presidencial, durante un discurso en la biblioteca presidencial del expresidente Lyndon B. Johnson en Austin, Texas.
"Esta nación se fundó sobre un principio simple pero profundo: nadie está por encima de la ley. Ni el presidente de los Estados Unidos. Ni un juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos. Nadie" afirmó Biden en un artículo de opinión publicado el lunes en el Washington Post. "Podemos y debemos impedir el abuso de poder presidencial y restaurar la fe de los ciudadanos en nuestro sistema judicial", asegura en este artículo.
El impulso de Biden a las reformas se produce una semana después de que Biden pusiera fin a su intento de reelección y apoyara a la vicepresidenta Kamala Harris para enfrentarse al candidato presidencial republicano Donald Trump en noviembre. También se produce después de que el Tribunal Supremo dictaminara que no existe un derecho constitucional al aborto y de otras decisiones que bloquearon la agenda de Biden sobre inmigración, préstamos estudiantiles, mandatos de vacunas y cambio climático.
A diferencia de otros miembros de la judicatura federal, los jueces vitalicios del Tribunal Supremo no tienen un código ético de conducta vinculante. Están sujetos a leyes de divulgación que les obligan a declarar ingresos externos y determinados regalos, aunque la comida y otras "atenciones personales", como el alojamiento en la residencia de una persona, suelen estar exentas.