El gesto de mal ganador de Djokovic cuando la pista estaba entregada a la última gesta de Nadal
El serbio cerró un juego clave para impedir la remontada de Nadal y se llevó la mano al oído para recriminárselo al público
Novak Djokovic, sin piedad y con un tenis casi perfecto, apagó a Nadal en su pista favorita, en la Philippe Chatrier. Pero no lo hizo con la facilidad con la que apuntaba el primer set. El serbio era un vendaval, pero Rafa no iba a marchase así. Cuando parecía que estaba entregado, el balear empezó a jugar su mejor tenis, encadenando una remontada en el segundo set de tres juegos seguidos y poniendo en pie a la pista con puntos imposibles, uno de ellos de época.
Tras un intercambio de golpes desde el fondo de pista, una derecha paralela del serbio obligó a Nadal a realizar un golpe defensivo que permitió la subida a la red de Djokovic y, cuando parecía que el punto caería del lado de Novak, apareció el mítico Nadal: le adivinó la dirección de un revés cruzado, luego de un smash y con una derecha cruzada le superó. Se caía todo. El mito volvía, quién sabe si por última vez.
Nadal empataba a cuatro la segunda manga y servía para ponerse por delante en el juego clave. La gesta era difícil, pero por primera vez parecía posible. Sin embargo, Djokovic consiguió sofocar el incendio. Tras ver cómo el español levantaba varias bolas de 'break', tuvo la paciencia suficiente para romperle el saque y sacar para ganar el partido, como finalmente sucedió. Sin embargo, fue en ese punto cuando dejó una de las peores imágenes que puede dejar un campeón. Su forma de festejar ese punto clave fue llevarse la mano al oído para recriminar el público su apoyo incondicional al 14 veces campeón de Roland Garros.
Ahora, Rafa Nadal se centrará completamente en el dobles que forma con Carlos Alcaraz. Con el murciano continuará su camino hacia los metales este martes ante la pareja de neerlandeses formada por Tallon Grieskpoor y Wesley Koolhof.