"La veo como con 14 años, que la escopeta era más grande que ella": la emoción de la madre de Mar Molné minutos antes de la final de su hija

Madrid

Mar Molné debutaba en París 2024 en unos Juegos Olímpicos y se ha convertido en una de las estrellas del tiro olímpico en esta cita. La tiradora de 22 años está junto con la también españoña Fátima Gávez, en la final de foso olímpico y es una de las favoritas, si miramos a la fase de clasificación, para llevarse el oro en esta disciplina. A apenas 30 minutos de la final, David y Julieta, los padre de Mar Molné, se han mostrado muy orgullosos del buen hacer de su hija en París 2024.

"¿Si soy consciente de que mi hija puede ser campeona olímpica? No. Yo ayer por la mañana, desde la primera serie que tiró, yo la veía como cuando tenía 14 años y la escopeta era más grande que ella", ha asegura Julieta entre lágrimas en el micrófono de Álvaro. "Para mí ella ya ha ganado. Es la mejor del mundo", ha sentenciado la madre. A David, su padre, no le ha sorprendido tanto el rendimiento de su hija Mar. "Siempre he tenido confianza ciega en ella. Siempre", ha recordado su padre. Su hija es la número 25 de ranking mundial, pero ha acertado a 123 de los 125 platos de la fase clasificatoria. "Ha tirado muy bien, muy concentrada el primer día y hoy también. Son grandes tiradas", ha explicado.

El Morell, volcado con Mar Molné

En su pueblo, El Morell, ya han puesto una pantalla gigante en el hall de ayuntamiento para ver la final. "Ya fue brutal para el pueblo saber que ella iba a pasar en los Juegos Olímpicos. Hoy me han llamado para decirme que van a poner una pantalla gigante", ha comentado Julieta, la madre de mar. El alcalde de la localidad, en coversación con la Cadena SER, incluso ya ha reconocido que pase lo que pase en esta final habrá una recepción especial para su vecina. "Tenemos una niña que nos ha dado una alegría a El Morell y a todos", apunta su padre, que desde el primer día, con solo cuatro años, ya vio un talento especial con la escopeta.

"Realmente... fue ella misma. Cuando disparó su primer tiro, ya que ella me había acompañado siempre a mí, ella ya me dijo 'papá yo quiero tirar'. Ahí vimos a un entrenador para empezar a aprender y rápidamente vimos que funciona (...) Superó muy pronto a su padre, que yo ya he dejado de tirar", recuerda.