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¡Pau Echaniz da la sorpresa en piragüismo en eslalon y debuta con bronce en los Juegos Olímpicos!

El español se ha estrenado en París 2024 conquistando una medalla gracias a un sensacional descenso que abrió la final en K1

Pau Echaniz durante la final de K1 masculino en piragüismo en eslalon / Alex Davidson

La lluvia de medallas para la delegación española durante la jornada del jueves se ha trasladado también al canal Vaires-sur-Marne de aguas bravas, donde el español Pau Echaniz ha puesto un broche de bronce a su primera participación en unos Juegos Olímpicos. El piragüista, que antes de la competición ya aseguró que sería un éxito para él regresar a España con un diploma olímpico, puso patas arriba la final desde que inauguró la prueba como el clasificado con el peor tiempo de la semifinal. Aun así, en la cita decisiva, paró el cronómetro en un tiempo de 88'87", mejorando su anterior tiempo en más de 7 segundos, y se reservó así un sitio en el podio.

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Después de ello, sólo quedó esperar a la actuación de los 11 finalistas restantes. Habiendo dejado todo sobre el agua, el palista se dedicó a presenciar con tensión absoluta cómo los primeros competidores intentaban en vano superar sus tiempos.

Se sucedieron las bajadas. Una, dos, tres... nadie conseguía siquiera acercarse al tiempo de Echaniz, el gran tapado de la competición. Fue a la cuarta cuando su dominio quedó en cuestión, superando el italiano Giovanni de Genaro su tiempo por menos de un segundo (88'22"), algo que le sirvió para colgarse el oro al final de la prueba. Sin embargo, todavía restaban los máximos candidatos al título por asumir su turno, quedando todos ellos retratados por la espectacular carrera del español. Sólo el francés Titouan Castryck, ídolo local en Francia, consiguió superarle en la recta final por apenas 45 centésimas.

Nadie más consiguió bajarle del ránking. La última bajada, del gran candidato al oro Joseph Clarke (campeón en Tokio 2020), sumió el desenlace en una emoción inusitada, que acabó abriendo paso al júbilo máximo al constatar que no conseguía mejorar su tiempo. Sin entrar en las quinielas, un nuevo bronce cayó en posesión de una delegación española que vibró al unísono tras el último descenso.